domingo, 19 de junio de 2011

Si los actuales militares en contienda, tuvieran el 5% de este militar votaria por uno de ellos

By BenjiMar


arbenzarbenz fue humillado El mejor Presidente de Guatemala, obligado a salir desnudo en la fotografia se muestra en el momento que lo obligan a quitarse la ropa en el Aeropuerto antes de salir al exilio. 
La biografía he historia del Líder de la revolución guatemalteca del  que tuvo los pantalones bien puestos para saber decir hasta aquí United State lamentablemente los sufrimientos del Soldado del Pueblo fueron muchos, Gracias a Movimiento Ilustrado me hizo sacar del baúl de los recuerdos la Biografía de un Verdadero Militar. Solo quisiera saber si alguno de los Militares actuales en contienda electoral tuvieran aunque sea un 5% de la Honestidad y trabajo de Jacobo Arvenz, el pueblo votaría a ojos cerrados. Jóvenes guatemaltecos analice su voto, lean este buen documental  de Jacobo Arvenz (EL SOLDADO DEL PUEBLO) lastima ahora el soldado es el enemigo del pueblo. Se gradúan 20 Kaibiles, en que se convertirán? Jonh Foster Dulles Fue el encargado de difundir propaganda comunista, encontra del presidente guatemalteco. Junto a Jonh Foster de la C.I.A. estuvo nada mas y nada menos que Monsenor Mariano Rossell y Arellano.


El legado de Jacobo Arbenz Guzmán en la cultura y el arte
guatemaltecosGuatemala Operación PB Success
Las acciones encubiertas de la CIA en apoyo al golpe de Estado de
1954Guatemala y el derrocamiento del presidente Arbenz hace
cincuenta años A 50 años de la contrarrevolución La caída de Arbenz
vista por Che Guevara 20 de Octubre de 1944: antecedentes, vigencia y proyección Una aproximación a la década de más profundas transformaciones sociales y a sus enseñanzas Guatemala: una democracia secuestradaEl quetzal encadenado
La renuncia del presidente Jacobo Arbenz
El legado de Jacobo Arbenz Guzmán en la cultura y el arte
guatemaltecos
Celso A. Lara Figueroa
Universidad de San Carlos de Guatemala
En estos días en que la Historia marca la renuncia a la Presidencia
de Jacobo Arbenz Guzmán, el segundo Presidente de la "primavera
democrática de Guatemala" (1950-1954), es fecha propicia para
reflexionar sobre el legado que su gobierno dejó en la cultura
guatemalteca.
En primer lugar, hay que subrayar que tanto los períodos
gubernamentales de Juan José Arévalo (1945-1950) como el de Jacobo Arbenz Guzmán están consagrados en la Historia de este país como los más nacionalistas y los únicos que han intentado convertir a Guatemala en una sociedad libre, con el manejo propio de sus bienes económicos y pretendieron -y tal vez esto sea lo más importante- conocer a profundidad el interior de Guatemala, provincias olvidadas y abandonadas desde tiempos inmemoriales.
El que escribe está completamente convencido que la Revolución de
1944-1954 es la etapa histórica más importante que ha tenido este
suelo llamado Guatemala desde Kika'b el Grande (en el año 1400)
hasta los gobiernos de la actualidad. El legado de Jacobo Arbenz a
la sociedad guatemalteca significó fundamentalmente la modernización del Estado, la introducción de un concepto de Nación cuyo eje central era el nacionalismo en el mejor sentido del concepto y aspiró cimentar este anhelo de Nación en la comprensión de la
Historia Nacional, en el mutuo respeto entre las etnias indígenas y
los pueblos mestizos de Guatemala tan separados por el muro del
idioma, de la discriminación y del racismo.
Desde el punto de vista histórico el legado de Arbenz debe
concebirse como la actualización de Guatemala en el sentido de
rescatar de manos extranjeras, en particular norteamericanas, las
telecomunicaciones, los recursos naturales, el ferrocarril, la
producción y distribución de energía eléctrica, así como el abrir la
carretera al Atlántico que hubiese permitido competir con la IRCA
para el trasiego de mercancías y personas. Si la contrarrevolución
apoyada por los Estados Unidos en 1954 no hubiese fructificado, el
destino de Guatemala fuese otro, ya que lo que pretendía Arbenz era
hacer de Guatemala un país no dependiente, adscrito al capitalismo y
al desarrollo de una nueva sociedad mundial que se iniciaba con suma
esperanza después de la Segunda Gran Guerra.
Cuatro factores influyeron en la caída de Arbenz:
a) Los intereses norteamericanos tan arraigados en Guatemala, desde los Pactos de Washington en 1907 firmados por el dictador Manuel Estrada Cabrera y una falta de burguesía con sentido nacionalista que permitiese una visión de desarrollo a corto y largo plazo. Lo que Guatemala tuvo entonces, y lo sigue teniendo hasta la
actualidad, es un estamento social, poderoso económicamente (ricos), pero no una burguesía en el sentido propuesto por la Ilustración en el siglo XVIII y desarrollada en la democracia del siglo XIX.
En ese sentido, el rico guatemalteco, sin sentido de Nación, se une
a las fuerzas contrarrevolucionarias con suma facilidad pues
defiende sus intereses personales más que los nacionales: Los mismos
ricos de aquel entonces son los mismos ricos de hoy, que no tienen
ningún cargo de conciencia al unirse al capital extranjero con tal
de obtener mejoras individuales. Por tanto, Jacobo Arbenz nunca
contó, ni por asomo, con el apoyo de los ricos guatemaltecos.
b) El decidido apoyo del ala más conservadora de la Iglesia Católica
representada por el XV Arzobispo de Guatemala, Monseñor Mariano
Rossell y Arellano, que arengó a la población católica guatemalteca
contra la penetración del comunismo en el gobierno central e
inclusive lanzó la Cruzada del Cristo de Esquipulas (nombrado
General del Ejército guatemalteco y procesionado por los cuatro
puntos cardinales del país), con lo que logró volcar la opinión
pública en contra de Arbenz.
c) La presencia de un movimiento comunista dentro del gobierno de
Arbenz que fue sobredimensionado, tanto por las fuerzas
internacionales como por las fuerzas conservadoras del país, lo que
facilitó la rápida caída del régimen.
d) Un ejército débil, dubitativo, sin mayor liderazgo que, en lugar
de apoyar a las fuerzas del régimen nacional, se plegó
vergonzosamente a los intereses ya descritos. Es indudable que el
ejército, aún con el desorden y poca organización que tenía, hubiese
podido detener fácilmente la invasión que el coronel Carlos Castillo
Armas lideraba desde la república de Honduras. Asimismo, las mismas
poblaciones indígenas y mestizas del interior del país, amedrentadas
por el problema de la Reforma Agraria (Decreto 900), no apoyaron en
ningún momento al régimen que se tambaleaba y menos aún los
sindicatos y los grupos avanzados ideológicamente de las capas
medias. No hay que olvidar que las armas enviadas por Checoslovaquia para defender al régimen quedaron en los furgones de la Aduana y no fueron repartidas ni a obreros ni a campesinos.
No es objeto de este breve artículo analizar un hecho histórico tan
polifacético y multifactorial, pero sí resaltar ante los lectores
del Diario La Hora que, gracias a los regímenes revolucionarios, en
particular el de Jacobo Arbenz, el país cuenta con un héroe que
además de batallar contra fuerzas internas y externas, logró, aún
así, continuar con la labor cultural que su predecesor el Doctor
Juan José Arévalo, ya había iniciado. Asimismo, creemos necesario
rendirle tributo a Doña María Vilanova, esposa del Presidente, quien
tanto hizo por la niñez guatemalteca y la cultura de este país.
En el campo de la cultura, la herencia de Arbenz es más que
evidente:
En primer lugar, fortaleció las artes en Guatemala. Jacobo Arbenz y
su equipo de trabajo, compartían el criterio que a través de la
participación de la población en las artes, mejoraría la
sensibilidad espiritual de las masas y les permitiría tener acceso a
las obras de mayor creatividad de la humanidad. Lo anterior no sólo
repercutiría en el acervo personal, sino, además, cimentaría su
sensibilidad hacia sí mismo y despertaría la solidaridad con el
resto de habitantes en Guatemala. Con ello se pretendía alcanzar un
concepto más hondo y amplio de "alma nacional" entendida en el
sentido de los Iluministas y Neoclasicistas del siglo XIX y
principios del XX.
En este sentido, se fortaleció la Orquesta Sinfónica Nacional,
aumentando plazas para hacerla de un conjunto de 60 a 85 músicos, y que empezó a interpretar obras de alta relevancia musical en el
mundo occidental. Esto, a su vez, fortaleció al Conservatorio
Nacional de Música, al traer maestros extranjeros que enseñaron las
nuevas técnicas musicales, tanto norteamericanas como soviéticas, en la interpretación de las obras contemporáneas, como las de
Stravinsky, Shostakovich, Kabalevski y otros compositores que
permitieron el conocimiento en la población guatemalteca del arte
que el mundo en ese momento estaba creando, y en lo cual el régimen de Arbenz (sin un multitudinario Ministerio de Cultura), logró
excelentes resultados que aún, a pesar del descuido y el saqueo en
que se encuentra el patrimonio musical nacional, aún perviven en
dicha casa de estudios musicales y en la propia Orquesta Sinfónica.
Pero ésta no quedó incrustada en la ciudad de Guatemala sino
propició una serie de programas para lograr cubrir todos los departamentos del país, interpretando tanto música guatemalteca como la de los grandes maestros de la música. Esto se logró con planes establecidos, pedagógica y musicalmente. Algo de ello aún queda en la Guatemala actual.
Durante este régimen se intensificó la presentación en todo el país
de funciones de ópera y ballet clásicos y, por primera vez en la
Historia de Guatemala, se comisionó a compositores guatemaltecos
para dedicarse, en tiempo exclusivo, a componer música de raíz
guatemalteca que expresara en su sentir, ese concepto de Nación que se estaba forjando en el crisol del mundo socioeconómico. En este caso, las dos grandes raíces -principios de la multiculturalidad e
interculturalidad- fueron fuentes inspiradoras, así como punto de
partida para conocer lo prehispánico, lo colonial y el mundo
contemporáneo. Con la caída del régimen este subsidio desapareció
para siempre.
En el mismo sentido se engrandeció el Ballet Guatemala, la Escuela
Nacional de Artes Plásticas, la Escuela Nacional de Arte Dramático,
que además de intentar nuevas técnicas propias de su arte, iniciaron
giras prolongadas en el interior del país y se becó a los mejores
estudiantes a países más desarrollados artísticamente. Es importante
señalar que un legado de Arbenz es la creación de subsedes
artísticas en cada cabecera departamental traducidas en la fundación de conservatorios, casas de música y ballet y dotadas de todo tipo de facilidades con maestros y recursos financieros, que permitieron que los valores del interior del país pudiesen desarrollarse dentro de su propio medio con las técnicas y las mentalidades de una vida nueva, contemporánea, propia del siglo XX.
El arte en el sentido occidental, si así se quiere entender, cobró
durante la época de Arbenz una brillantez jamás alcanzada hasta
nuestros días.
A todo lo anterior hay que agregar el concepto de cultura y
educación que se regó por toda Guatemala como flor de pascua,
teniendo como eje central el nacionalismo lo cual se logró a través
de la impresión de libros a muy bajo costo en la Tipografía Nacional
y otras entidades nacionales productoras de impresos. El que escribe
está casi seguro que estos tiempos ya no volverán y que el libro
nacional en nuestros días es la Cenicienta de la Cenicienta y el
libro internacional tiene un recargo, como cualquier mercancía, sin
entender que es dentro de sus tapas que está la esencia del arte, la
cultura y la identidad.
Es significativo señalar que el desconocimiento que tanto el régimen
de Arévalo como el de Arbenz, se encontró del interior de Guatemala
era vastísimo por razones históricas que no vienen al caso mencionar
en este momento. La Nueva Guatemala de la Asunción (nuestra amada ciudad), era el centro del mundo, en tanto el interior de Guatemala se consideraba como algo exótico, poco atractivo, desolado y en general con poca salubridad.
Por lo tanto, el sentido que el rico tenía de Guatemala era el de
vivir en una pequeña ciudad, "la tranquila ciudad de los muertos" de
la que hablaba Bolívar, y luego salir a Europa, estudiar allende "de
la mar océana" y luego retornar cuando así lo permitiesen los
acontecimientos políticos o familiares.
Desde el punto de vista antropológico es admirable el
desconocimiento que se tenía del interior del país, sin censos, sin
carreteras, sólo con caminos de herraduras y "caminos de indios",
los mismos dejados por el mundo colonial lo que permitía las
precarias comunicaciones.
Para romper este centralismo, Jacobo Arbenz continuó la labor de
Juan José Arévalo de poner a tono de los tiempos el interior del
país con la ciudad de Guatemala, y para ellos se creó una política
de trabajo que dio excelentes resultados.
En tal sentido, Arbenz declaró de utilidad e interés nacional el
desarrollo de una política integral para el mejoramiento social y
cultural de los grupos étnicos del interior del país. Para este
efecto, se dictaron leyes, reglamentos y disposiciones para las
distintas etnias indígenas para resolver sus necesidades, superar
las condiciones de precariedad social y mantener prácticas, usos y
costumbres antiguas.
Las políticas educativas de Arbenz lo llevaron a considerar como
prioridad la alfabetización de los indígenas, pero manteniendo su
lengua madre, es decir el idioma prehispánico, lo que permitió
seguir conservando las ancestrales tradiciones prehispánicas y sumar
las mismas al desarrollo nacional. Arbenz estaba convencido que para
elevar el nivel cultural y la autoestima nacionales era necesario
elevar el nivel socioeconómico y para lograrlo se necesitaba conocer
con rapidez las condiciones de vida de la población interiorana con
instituciones antropológicas que llevaran a cabo ese tipo de trabajo.
En tal sentido, Arbenz fortaleció el programa de alfabetización en
idioma castellano, pero fortificando a su vez la diversidad de
idiomas de las etnias indígenas guatemaltecas. Esta podría
considerarse como la primera gran reforma educativa en toda la
Historia del país. Para ello contó con lingüistas y pedagogos en el
Instituto Indigenista Nacional, la Facultad de Humanidades de la
Universidad de San Carlos de Guatemala y se fundaron programas en
los cuales el indígena era el partícipe de su propio destino. No
obstante, la égida la llevaba el Instituto Indigenista Nacional,
obra revolucionaria que acusa un criterio sólido sobre la manera de
enfocar el problema fundamental del guatemalteco porque privilegiaba la investigación profunda, científica y proporcionaba al Estado la orientación técnica indispensable para hacer las reformas sociales, políticas, económicas y culturales en el campo. Sin esa
investigación hubiese sido imposible los inicios de la Reforma Agraria.
El fortalecimiento del Instituto Indigenista Nacional
(lamentablemente desaparecido durante el régimen del Presidente
Vinicio Cerezo), indujo una política nacional hacia el indígena, no
en el sentido integracionista ni asimilacionista, sino en el de la
multiculturalidad y el respeto mutuo. Lo cual es importante
subrayar, ya que es a partir de la contrarrevolución de 1954 que la
política fue integracionista y la división de la población
guatemalteca en ladino-indígena (comunista-anticomunista), provocó y ha provocado nuestros males sociales hasta la actualidad.
Al régimen de Arbenz le preocupó sobremanera la protección del
patrimonio cultural y todo lo referente al pasado prehispánico y al
legado colonial, por lo tanto fortaleció con una gruesa partida
financiera al Instituto de Antropología e Historia para la
investigación, conservación, consolidación y puesta en valor de los
centros arqueológicos clásicos, tanto del Petén como del postclásico
diseminados por toda Guatemala, y por otro lado, gracias a dicho
régimen, en el IDAEH se encuentra aún la sección de Registro de la
Propiedad Colonial que era y es la encargada de cuidar de los bienes
coloniales, sobretodo imágenes, cuadros y todo tipo de legado de la
época de la dominación española. Y con un concepto muy amplio,
Arbenz desarrolló en Guatemala diferentes congresos
socioantropológicos para intentar encontrar las líneas de trabajo a
desarrollar en el IDAEH y localizar las coordinaciones con los
museos nacionales y los regionales creados durante su gobierno, con
el objeto de impulsar los estudios históricos, etnográficos y folklóricos de cada región del interior de Guatemala.
Dentro de esta línea de trabajo, además de la protección del
patrimonio cultural, el IDAEH durante el régimen de Arbenz creó los
siguientes elementos que, si se hubiesen mantenido Guatemala
contaría con una investigación en Ciencias Sociales no tan atrasada
como la actual. Arbenz pretendía a través del IDAEH lo siguiente:
Una investigación científica de la antropología y la historia de
Guatemala en forma lineal y pluriétnica.
Creación y reorganización de museos nacionales en toda la República.
Exploración, excavación, conservación y restauración de los
monumentos arqueológicos, históricos y artísticos.
Contribuir a la preparación técnica de guatemaltecos en estudios de
antropología, historia, sociología y ciencias sociales en general.
Llevar control de las investigaciones que realizaban los extranjeros
en Guatemala sin autorización nacional.
Unificar criterios técnicos que permitiesen encontrar los elementos
comunes entre la cultura mestiza y las etnias indígenas y hallar un
denominador común para definir la Nación de la sociedad guatemalteca.
El legado cultural y social de Jacobo Arbenz, a pesar de haber sido
invisibilizado durante cincuenta años hasta tiempos recientes, surge
hoy como uno de los proyectos de Nación más avanzados de la América Latina de los primeros años de la segunda mitad del siglo XX, ya que tomó en cuenta las artes y la cultura del mundo y se volcó con toda fuerza a descubrir las claves y los nódulos de las culturas de las etnias indígenas y mestizas de Guatemala.
El concepto de Nación durante el régimen de Arbenz tomaba en cuenta, en forma holística, los problemas socioeconómicos de Guatemala y también las especificidades culturales de un país tan complejo y de tanta diversidad como es este envoltorio mágico. Su punto de partida fue tomar en cuenta el principio que la sociedad guatemalteca no es general sino específica, que tiene una historia y una cultura particular e irrepetible y que, para poder construir este concepto de Nación y estas formas culturales, es indispensable que sean construidas con base en la investigación, desarrollo y
autodesarrollo.
Este legado ha quedado permanente perdido a propósito en archivos,
generalmente en el extranjero, y que hoy a 50 años de distancia, a
la luz de la toma de decisiones culturales, dicho proyecto surge con
frescura y, lo más importante, aún con aplicabilidad actual. De tal
forma que los conceptos de multiculturalidad, interculturalidad,
multilingüismo, educación bicultural, educación en idiomas mayas no
son novedosos. En el programa de trabajo del régimen de Arbenz ya
estaban presentes.
En cuanto al área del rescate de los valores culturales del interior
del país, el resguardo del legado de las generaciones anteriores
como conocimiento del presente y construcción del futuro, también
son un aporte de aquel régimen que hoy es revalorizado y que permite concluir que, si la mitad de lo propuesto por el régimen de Arbenz, se hubiese llevado a cabo el derrotero cultural y artístico de
Guatemala sería otro, más avanzado, menos cavernario y, sobre todo y ante todo, menos confrontativo.

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Guatemala Operación PB Success
Las acciones encubiertas de la CIA en apoyo al golpe de Estado de
1954

Eduardo Blandón

La obra Guatemala Operación PB Success. Las acciones encubiertas de la CIA en apoyo al golpe de Estado de 1954 tiene todas las
características de una novela de intriga, pero no lo es. Es más
bien, una obra donde se relata a partir de los documentos
desclasificados por la Agencia Central de Inteligencia (CIA) la
conspiración del gobierno de los Estados Unidos en contra de Jacobo
Arbenz Guzmán.
El libro aunque cuenta con apenas cuatro capítulos (181 páginas) es
un estudio delicioso, contado progresiva y ágilmente, donde se
dibujan las características del momento, las limitaciones de los
actores y haciendo una crítica sutil de las decisiones adoptadas.
El relato presenta a Arbenz como un hombre brillante, de
personalidad magnética, atractiva, pero sobre todo progresista. Un
militar valiente y astuto que no duda en impulsar proyectos sociales
como la Reforma Agraria ni tampoco comprar armas en Checoslovaquia para la defensa de su gobierno. Pero también, y esto fue la causa de su caída, Arbenz aparece como el ogro comunista que había que exterminar por el peligro que representaba para la nación, el istmo y quizá hasta para el mundo entero.
De modo que la conciencia de su maledicencia constituía una verdad
meridiana. Maledicencia que alcanzaba a José Manuel Fortuny, su
amigo y consejero, comunista consumado y tan o más brillante que
Arbenz, y a todos los que hicieron gobierno con él.
La oligarquía guatemalteca, temerosa por las expropiaciones y por
ver amenazados sus privilegios, es dibujada como un sector dividido,
poco inteligente y sin propuestas. A menudo lloriqueando en las
faldas del gobierno norteamericano y eternamente pidiendo su apoyo.
Igual de mal parados queda también el Ejército que, ante la
constante guerra psicológica de los Estados Unidos, relativa a la
segura invasión, se refugian en los cuarteles casi como suplicándole
a Dios que Arbenz deje el poder.
"Los comunistas fueron los primeros en advertir a Arbenz que el
ejército no defendería al gobierno. El 23 de junio, un funcionario
del PGT visitó Zacapa y encontró a los oficiales escondiéndose en
sus cuarteles, aterrados y poco dispuestos a pelear".
A Castillo Armas se le presenta como un General de desmedidas
ambiciones, corrupto y de escasa o nula inteligencia. Usado por los
Estados Unidos sólo por pura necesidad y por ser
aparentemente "maleable y receptivo", pero no por sus talentos
personales y menos militares.
"El nuevo régimen de Castillo Armas probó ser vergonzosamente
inepto. Sus políticas represoras y corruptas pronto polarizaron a
Guatemala y provocaron un renovado conflicto civil".
La experiencia con Castillo Armas hace que el libro dedique una
reflexión respecto a los riesgos de no escoger bien a los
colaboradores. "En Guatemala, los oficiales estadounidenses
aprendieron una lección que luego reaprenderían en Vietnam, Irán, y
otros países: la intervención usualmente produce "aliados" que son
obstinados, hambrientos de ayuda y corruptos".
La conspiración en contra de Arbenz utilizó las mil y una ideas y
estrategias para provocar la salida del Presidente: acciones
psicológicas, económicas, diplomáticas y paramilitares. Amén del
apoyo gratuito de la Iglesia Católica que estaba traumada por el
comunismo. En este sentido, se habla de cómo los Estados Unidos sacó provecho de las cartas publicadas por Monseñor Mariano Rossell y de su "cruzada en contra del comunismo ateo".
Dios, para variar, estuvo presente en la conspiración gracias a las
proclamas sacadas por los "enemigos del comunismo": "Dios, patria,
libertad, verdad y justicia" se leía en los panfletos que eran
arrojados por los seguidores de Castillo Armas. Y seguidamente se
pedía "luchar en contra de los ateos comunistas".
También es descrita en la obra el protagonismo del presidente Somoza de Nicaragua, Trujillo en República Dominicana y Gálvez en Honduras.
Todos confabulando en contra de Arbenz, prestando el territorio,
dando ideas, dinero o simplemente estimulando la invasión de los
Estados Unidos.
Hay al menos dos frases o dos momentos que me parecen de antología respecto a la conspiración norteamericana. La primera tiene que ver con una mentira que le presentan al presidente Eisenhower respecto a los acontecimientos en Guatemala, el narrador la cuenta así:
"A mediados de agosto, Eisenhower convocó a los directores de la
operación a la Casa Blanca para un informe formal (...). El
auditorio escuchó respetuosamente. Al final, el presidente preguntó
cuántos hombres había perdido Castillo Armas. "Sólo uno", mintió un
informante. Eisenhower movió la cabeza; "increíble", murmuró.
La otra tiene que ver con una expresión del presidente Winston
Churchill respecto a la polémica en la que se involucró Gran Bretaña
con los Estados Unidos por la conspiración contra Guatemala.

"Yo jamás había oído de este maldito lugar de Guatemala hasta que
llegué a los 79 años".
El estudio Guatemala Operación PB Success. Las acciones encubiertas de la CIA en apoyo al golpe de Estado de 1954 fue escrito por Nick Cullather, quien se unió a la CIA y al equipo de historiadores en julio de 1992, poco después de completar sus estudios en la Universidad de Virginia. En julio de 1993 dejó la CIA para tomar el cargo de Profesor Asistente de historia diplomática en la Universidad de Indiana. Esta obra es una publicación oficial del
Equipo de historia de la CIA aunque, como se dice más adelante, las
opiniones "son exclusivas del autor y no necesariamente representan
las de la Agencia Central de Inteligencia (CIA).
El libro apareció en Guatemala en el enero del 2004. En su
contraportada dice tener como "promotor de la edición" al Presidente
Constitucional de Guatemala Licenciado Alfonso Portillo y
como "responsable de la Edición" al Ministro de Relaciones
Exteriores Licenciado Edgar Gutiérrez Girón.
La obra debe ser leída para enriquecer el conocimiento histórico de
una época, al parecer, eternamente polémica, pero también para salir
de la inocencia respecto al papel que ha jugado los Estados Unidos
de América desde su fundación.

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Guatemala y el derrocamiento del presidente Arbenz hace cincuenta
años
Alfonso Bauer Paiz
Agradezco al Honorable Congreso de los Estados Unidos de América, el honor que me hace al recibirme en su seno.
El pueblo de Guatemala, en el siglo pasado, sufrió las
arbitrariedades y el despotismo de dos dictaduras, una del
Presidente, abogado Manuel Estrada Cabrera y otra del General Jorge
Ubico; la primera, durante 22 años y la segunda, catorce.
En esos años no había libertad de emisión del pensamiento ni de
organización de partidos políticos, salvo el del dictador y, en el
período de Ubico, el de europeos residentes: el nazi, el fascista y
la falange franquista, de alemanes, italianos y españoles,
respectivamente.
No había seguridad y a quien intentara hacer oposición política se
le encarcelaba, exiliaba o se le mataba impunemente. Los
trabajadores carecían de derechos y eran explotados
inmisericordemente. Regían leyes y disposiciones que establecían
trabajos forzosos, que obligaban a los campesinos indígenas (que
constituían más de las 2/3 partes de la población), a trabajar en
carreteras y obras de infraestructura y, como peones, mal
remunerados, en fincas productoras de café, caña de azúcar, etc. El
analfabetismo alcanzaba índices extremos.
Por otra parte, esos regímenes enajenaron, casi gratuitamente,
bienes nacionales (ferrocarriles, el principal puerto del país y
vastísimas extensiones de tierra a intereses extranjeros, de
Alemania y Estados Unidos de América, en particular a United Fruit
Co. (UFCO), empresa bananera, que se convirtió en un poder político
que ponía y quitaba gobernantes.
Influidos por los acontecimientos de la lucha de países democráticos
contra el fascismo, sectores estudiantiles, del magisterio, de
intelectuales, profesionales y trabajadores, iniciaron acciones
cívicas que culminaron con la renuncia del dictador Ubico.
Posteriormente, oficiales jóvenes del Ejército hicieron causa común
con la sociedad civil que luchaba en pro de un cambio político y
social. Así fue posible la histórica gesta del 20 de Octubre de
1944, que obligó al presidente de facto, General Federico Pone
Vaides, dejar el poder y, al mismo tiempo, produjo la extirpación
del ubiquismo. Una Junta Revolucionaria, integrada por dos militares
y un civil, se hizo cargo del Gobierno y propició elecciones libres
para elegir representantes del pueblo para un Congreso Constituyente y otro Legislativo. El primero, emitió una nueva Constitución que entró en vigor en 1945. En el evento para la elección del Presidente de la República, en el que participaron varios candidatos, fue electo el Doctor en Pedagogía Juan José Arévalo, con más del 80% de los sufragios y, al terminar su período sexenal, fue electo democráticamente, el coronel Jacobo Arbenz Guzmán, con más del 70% de los votos, por cientos que nunca más han logrado los Presidentes de la República. O sea que históricamente ambos gobernantes han sido quienes más apoyo han tenido del pueblo.
El Congreso legislativo, el Organismo Ejecutivo y, también el
Judicial, los tres poderes del Estado, independientes cada uno de
los otros, coordinaron sus funciones y, haciendo realidad los
anhelos ciudadanos, establecieron un Estado democrático,
representativo, participativo, que garantizó las libertades públicas
y actuó para erradicar las viciadas prácticas dictatoriales e
impulsar políticas de mejoramiento económico-social y cultural,
eliminando los trabajos forzosos, combatiendo la discriminación
racial y las abismales desigualdades imperantes, creando la
institucionalidad necesaria, para atender a la población en materias
de educación, salud, trabajo y previsión social, seguridad
asistencial y seguridad pública, todo dentro del marco de la
democracia. Fue un Estado de bienestar, del modelo keynesiano
(welfare state) y del New Deal, de Franklin Delano Roosevelt. Un
Estado, que a la sazón, era junto con Costa Rica, los unidos dos
democráticos en Centro América.
La UFCO, acostumbraba a recibir un trato super-privilegiado de las
tiranías que había impuesto, adversó los regímenes de los
Presidentes Arévalo y Arbenz. Se negaba a acatar las disposiciones
del Código del Trabajo, elogiado por la OIT, aduciendo que sus
contratos con el Gobierno de Guatemala, le permitían administrar
como quisiera sus actividades y sus relaciones con los trabajadores.
Yo era el Ministro de Trabajo y me consta que costó mucho que
aceptara la aplicación de las normas del mencionado Código, en 1948.
Y, desde entonces, las relaciones entre la UFCO y el Estado de
Guatemala fueron tensas y dificultosas; pero, lo peor es que valida
de su gran poder económico y político inició una campaña difamatoria
intensa y mendaz contra el Gobierno guatemalteco, aprovechando las circunstancias propias de la "guerra fría", acusándolo
de "comunista", de ser satélite del stalinismo. Lo cual era falso,
pues la verdad es que en el país, conforme a la libertad de
asociación, en 1949, algunos ciudadanos fundaron el Partido Guatemalteco del Trabajo, de ideología marxista, y algunos de sus miembros lograron, en elecciones libres, ser electos diputados al Congreso, pero ningún comunista ocupó cargos importantes en el Ejecutivo, ni en el Organismo Judicial.
El presidente Arbenz en su programa de Gobierno, basándose en el
principio de la libre competencia, que proclamaban y siguen
proclamando círculos privados y estatales estadounidenses, se
propuso: a) construir una carretera hacia el Atlántico, para romper
el monopolio de la International Railways of Central America (IRCA),
subsidiaria de UFCO; b) una planta eléctrica, para competir con la
Electric Bond & Share: (realizar una reforma agraria; y d) fundar un
banco estatal de Comercio Exterior. Único punto de su Programa que
no ejecutó.
A la UFCO, naturalmente, no le agradaron los puntos a) y c), porque
mermaban su condición monopólica y se opuso valiéndose de todo su
poderío, para impedirlos, lo cual sí logro en Guatemala, pero
paradójicamente no en los EUA, pues accionistas de la IRCA la
demandaron en alguna Corte de Justicia, porque nunca recibían
utilidades debido a que la IRCA cobraba a al UFCO fletes de menor
valor que el del coste del transporte de banano y si la empresa se
sostenía era porque a los guatemaltecos nos cobraba fletes muy
altos. Eso lo supe, siendo yo Interventor de la IRCA, en 1953, e
íbamos, el Estado de Guatemala y esos accionistas a ser
colitigantes, pero ya no fue posible por el derrocamiento del
presidente Arbenz. Pero, en 1963, la Corte de Justicia
estadounidense aplicó a la UFCO, la Sherman Act, Ley antimonopólica de EUA, y la obligó a desmantelar su empresa en Guatemala, como su estuviera en territorio de América del Norte.
La Reforma Agraria de Arbenz, regida por el Decreto 900, nada tenía
de comunista y más radicales fueron las que se realizaron en países
del Asia, ocupados por el Ejército de los EE.UU., durante la Segunda
Guerra Mundial, países ahora industrializados merced de los efectos
positivos de aquellas reformas agrarias.
Eso mismo se proponía el Gobierno de Arbenz, así como terminar con
las relaciones semi-feudales de producción en el campo, y
sustituirlas por relaciones capitalistas, y, también, reparar la
inequidad en la tenencia de la tierra, pues:
Una gran cantidad de pequeños propietarios, poseedores de menos de 3.5 hectáreas, constituían el 76.2 % de los propietarios, pero sólo
disponían del 9.0% de las tierras. En cambio, los propietarios de
más de 45 hs., representaban el 2.2% del total de propietarios,
poseedores del 72.2% de total de tierras. Pero la concentración
máxima la tenían los propietarios de fincas de más de 9,025 hs., que
era solo 22 (entre ellos la UFCO), quienes poseían 498,949 hs, el
13.4 % del total de tierras.




El Decreto 900, trataba igual a la UFCO que a los propietarios de
tierras guatemaltecas, es decir, que sólo serían expropiadas tierras
ociosas y en las mismas condiciones.
La UFCO, dado que importantes funcionarios del Gobierno de
Washington, senadores y congresistas, así como algunos militares,
eran accionistas de la empresa o muy vinculados a ella, logró que el
Presidente Eisenhower autorizara la Operación Guatemala y se
encomendara a la CIA proceder, incluso militarmente, contando con
gobiernos de países de Centro América y El Caribe, para intervenir y
derrocar al presidente Arbenz y acabar con el proceso democrático-
revolucionario en Guatemala. operación que logró su objetivo el 27
de junio de 1954, hace medio siglo. En lista aparte, acompaño
nombres de altos funcionarios, senadores y de otras personas que
participaron en esa acción, que presidió Mr. John Foster Dulles,
entonces, Secretario del Departamento de Estado.


LISTA DE ALTOS FUNCIONARIOS DEL GOBIERNO DEL PRESIDENTE EISENHOWER,
SENADORES, CONGRESISTAS Y MILITARES, ACCIONISTAS DE UNITED FRUIT
COMPANY (UFCO) O MUY VINCULADOS A ELAA, EN 1954.


FUNCIONARIOS DEL EJECUTIVO
- John Foster Dulles, Secretario del Departamento de Estado
- Allen Foster Dulles, Jefe de la Agencia Central de Inteligencia.
- John Moors Cabot, Secretario Ayudante para Asuntos Interamericanos
- Lincoln White, vocero oficial del Departamento de Estado.


DIPLOMÁTICOS
- Richard Patterson, Embajador en Guatemala, durante el Gobierno del
presidente Arévalo.
- John Peurifoy. Embajador durante el Gobierno del presidente Arbenz.
- W.A. Williams, Embajador en Honduras.


SENADORES
- Lyndon B. Johnson, Jefe demócrata del Senado
- Henry Cabot Lodge, Senador por Massachussets
- John Mc. Cormack, también por Massachussets
- Joseph Mc.Carthy
- Dwit David Alexander Willey, republicano por Wisconsin
- George Smatheis, demócrata


CONGRESISTA
- Robert Sikes, representantes demócrata, por Florida


RELACIONES PÚBLICAS DE LA UFCO
- Spruille Braden, Jefe de Relaciones Públicas de la UFCO e
influyente político y funcionario público de alto rango.


MILITARES
- General Richard P.Ovenshine
- Teniente Coronel Walter R. Mullane
- Coronel M.C. Shattuck, Jefe Misión Militar de los EE.UU. en
Honduras.
(Todos ellos tuvieron activa participación en la Operación
Guatemala, 1954).


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A 50 años de la contrarrevolución
Este mes, en un día como mañana, también domingo, renunció Jacobo Arbenz Guzmán. Sí, 50 años más tarde, el mes de junio es similar entre uno y otro año. Los días se repiten. Presento aquí algunas consideraciones obtenidas de varias lecturas, incluyendo folletos propagandísticos de uno y otro bando, como se notará más adelante.
Indudablemente que la "fuerza" contrarrevolucionaria tuvo más
incidencia en nuestra historia que los denominados "diez años de
primavera democrática", no por falta de ganas, por falta quizás de
seguidores. Pero ese ímpetu contrarrevolucionario enfrentó a nuestra
sociedad. El conflicto armado interno y sus más de tres décadas son
una expresión de ello. Ha sido hasta la suscripción de los Acuerdos
de Paz que hemos descubierto la Guatemala deseable (por las
mayorías) frente a la Guatemala manejada y saqueada (por las
minorías).
Hoy sin embargo, las distracciones globalizantes y la alienación que
producen los sofisticados y mundializados medios de comunicación,
son parte de los nuevos retos, los desafíos por vencer.
Ahora la violencia no es política, es social que es peor o más
difundida. Los valores se han perdido y lo que fueran expresiones de
lucha a partir de la defensa de principios ha quedado en un segundo
plano.
Así, todo esto y más es el resultado de cincuenta años de
contrarrevolución. La historia pudo haber sido otra. Pero entre
contrarrevolución y represión, lo que tenemos es lo que tenemos y no otra sociedad, otro país, otra nación.
Si al final de la lectura de este breve esbozo del proceso
revolucionario y las secuelas de la contrarrevolución queda en el
lector el sabor de que no todo está perdido, habrá valido la pena
ser parte de este esfuerzo por recomponer nuestro destino con el
atino de no caer en manos de sectarismos o sesgos enfermizos.
Algunos hechos
Contexto internacional. En 1927 se produjo una intervención directa
de los estadounidenses en Honduras. A raíz de tal invasión, la
United Fruit Company, UFCO, consolidó su presencia en el vecino
país.
En 1948 se había iniciado la confrontación Este-Oeste, que se
conoció como Guerra Fría. Después de concluido la denominada SegundaGuerra Mundial, tanto en Europa como en Asia se producían dos importantes divisiones. La primera en Alemania, con una fuerte
tendencia al expansionismo de uno y otro lado. El Muro de Berlín fue
el resultado de las pretensiones hegemónicas libradas por dos
antiguos aliados: estadounidenses y soviéticos. En Asia, la suerte
fue para Corea. El paralelo 38 fue el punto de referencia que marcó
la división de la península en dos coreas. Y una guerra que no
desdibujó tanto la mentalidad en EE.UU. como lo fuera, en
contrapartida la de Vietnam, pero que igualmente enfrentó al Este y
al Oeste, colocando a otros para dilucidar sus propias diferencias,
es decir ellos no se enfrentaron directamente, de ahí la razón del
término Guerra Fría, pues eran otros los que ponían los territorios
y los contendientes.
Bajo la premisa de consolidar su liderazgo en el mundo la población
de USA se inclina por sus héroes de guerra y en 1953 se acentúa la
presencia republicana con la asunción del trigésimo cuarto
presidente de los Estados Unidos de América, Dwight D. Eisenhower y
entonces el poder de los hermanos Dulles que en la administración de
Harry S. Truman ya era significativa, se hace mayor. Se acentúa con
ello la política anticomunista que fuera una de las principales
características de los ocho años de mandato de "Ike" como era
conocido el presidente Eisenhower.




Un poco de historia. En 1898, se consolida la conformación de la
compañía bananera como una de las transnacionales más importantes al inicio del siglo pasado; en Guatemala sería conocida como la UFCO.
Cuatro años más tarde bajo el régimen dictatorial de Estrada Cabrera
(los favoritos para hacer negocios que benefician con exclusividad
al "inversionista extranjero") se producen los primeros arreglos con
grandes granjerías de territorio nacional a favor de dicha compañía.
John Foster Dulles asumiría como Secretario de Estado (Canciller) y
su hermano Allen Dulles como director de la Agencia Central de
Inteligencia, CIA, por sus siglas en inglés. El primero de los
mencionados también era abogado de la UFCO y los lazos de otros
funcionarios gubernamentales con dicha compañía eran parte de una
importante nómina.


Contexto nacional. En marzo de 1951 asume la presidencia Jacobo
Arbenz Guzmán, sucediendo a Juan José Arévalo. Arbenz se lanza a la búsqueda de la independencia económica y política del país. Por ello ha de chocar frontalmente con los intereses de las poderosas
transnacionales estadounidenses y (obviamente) con la oligarquía
nacional. Otras fechas dentro del acontecer nacional de aquél
entonces:
Septiembre de 1951. Un huracán aplasta las principales granjas
bananeras guatemaltecas de la UFCO en Tiquisate. La compañía
anunciará luego que no rehabilitará la plantación hasta haber
completado un estudio económico de sus operaciones en el país.
Despide a 3,742 empleados. En diciembre de ese año, la UFCO, como
medida de presión y siendo que también tiene intereses en el
ferrocarril, anuncia la reducción en servicios de pasajeros a
Guatemala.
Antes ya, en mayo de 1950 Thomas Corcoran, negociador de la UFCO, se entrevista con el Secretario Asistente para Asuntos Interamericanos, Thomas Mann, que también tenía lazos con dicha compañía, para sugerir acciones dirigidas a deponer al presidente Juan José Arévalo. El sentimiento nacionalista que iniciaba su efervescencia bajo el régimen de Arévalo era la causa principal para haber manifestado esas pretensiones, además de acciones legislativas tendientes a regular mejoras salariales y condiciones de trabajo. Es decir, la búsqueda de la modernización del país que fuera
aprovechada por los sectores conservadores, para denunciar
como "avanzada comunista". La población guatemalteca cayó víctima de la polarización dada entre comunismo y anticomunismo.
Nuestro país desde tiempos inmemoriales ha sido presa fácil para los
rumores, las "bolas" y los mensajes cifrados que corren de boca en
boca, muchas veces sin mayor fundamento pero con un éxito superior a cualquier fuente fidedigna que suele ser mucho menos rica en picardía o intriga. Así la Guatemala de los años cincuenta no era la excepción. El papel de la Iglesia Católica fue un factor importante
para echar a andar las alertas de la expansión del comunismo ateo.
La propaganda y la intervención de medios y apoyos extranjeros para
desacreditar el proceso revolucionario más los errores cometidos,
son parte de la convivencia de aquella sociedad que comenzaba a
vivir una nueva modalidad de polarización (la ideológica).


Lecciones
a) Guatemala tiene la ventaja de estar muy cerca de uno de los
mercados más importantes del mundo. Pero al mismo tiempo tiene la
desventaja de contar con una de las oligarquías más retrógradas del
continente. Por esas condiciones las posibilidades de desarrollo han
sido dictadas bajo consideraciones conservadoras en extremo y, entre otras, por la necesidad de contar con mano de obra barata y en consecuencia no calificada.


b) Lo anterior explica (ni mucho menos justifica) el porqué del
secular analfabetismo, la mala nutrición, la marginación,
discriminación y la exclusión de la que son víctimas las grandes
mayorías de nuestro país.


c) La Guatemala de las primeras décadas del siglo XX era la
configuración de un país en el que la generación de energía
eléctrica, el transporte ferroviario, el puerto del Atlántico, el
único en aquel entonces, el principal producto de exportación tenían
como principal rasgo estar en manos de capital extranjero
(estadounidense principalmente).


d) La concepción modernista de la Revolución de Octubre chocó
fuertemente con los intereses extranjeros y los conservadores
nacionales. El denominado avance comunista tenía como principales
expresiones de audacia, algunas intervenciones parlamentarias y la
configuración de una voz "propia" en los foros internacionales. Pero
eso era visto como una forma de expansión comunista que
el "macartismo" predominante en la época no podía permitir.




e) Así comenzó a acentuarse una polarización en nuestra sociedad.
Buenos y malos. Ricos y pobres. Citadinos y campesinos. Comunistas y anticomunistas. De hecho desde la misma gesta revolucionaria, empezó por acentuar estas y otras diferencias que generaron corrientes sociales y políticas antípodas.

obstinaciones
a) Temor al cambio, resistencia a concebir que mayores y mejores
salarios tendrán como colofón, mayores consumidores y en
consecuencia más posibilidades de colocar la producción en un número más amplio de hogares, de personas.


b) Ayer igual que hoy, una tremenda obsesión por fijar al heredero
entre uno y otro mandato. La creación de "Delfines" dentro de la
administración gubernamental no es nada nuevo. Es una historia que
lamentablemente se repite y que lo que mejor produce son fisuras
dentro del equipo gobernante.


c) Desconfianza en la ampliación de la base social de las ideas y
nociones de cambio. Resistencia a involucrar a mayores grupos
poblacionales, en razón de temores al surgimiento de nuevos
liderazgos. Es decir, entronización del liderazgo (en todos los
ámbitos, desde el religioso hasta sindical, del empresarial al
comunal).




Conclusiones
La Reforma Agraria fue el principio del final.
No se concibió como factible una alianza entre los opositores al
proceso revolucionario.
No hubo equipos internos en quien delegar con confianza múltiples
tareas en el ámbito social y económico.
El avance contrarrevolucionario se consolidó y caló más en las
colectividades.
Los poderes fácticos desde entonces han mantenido su radio de acción casi sin menoscabo.
Se perdieron las expectativas de impulsar un proyecto de nación
acorde con los intereses de las mayorías. Hoy lo que tenemos es el
impulso de políticas en los órdenes económico y social con miras a
beneficiar a grupos minoritarios pero poderosos de nuestra sociedad.
Somos más dependientes de las influencias internacionales. No en
condición de interdependencia, sino en condición de negación a la
posibilidad de autodeterminación política.
Se hace necesario crear un movimiento de masas que permita impulsar nuevos y vigorosos cambios en las relaciones de producción y con miras a instaurar una economía de servicios en el país.
En otro orden, tendría que profundizarse el conocimiento de nuestra
propia historia para no cometer los mismos errores que muchas veces
suelen ser recurrentes a lo largo de nuestro devenir como país, como
colectividad, como sociedad.


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La caída de Arbenz vista por Che Guevara
Ernesto Guevara de la Serna estuvo en Guatemala del 24 de diciembre de 1953 al 16 de septiembre de 1954. Arribó a la capital, 555 días después de la promulgación de la Ley de Reforma Agraria, con tres dólares en el bolsillo. Llegó en un ambiente recalentado por los enfrentamientos entre los gobiernos de Arbenz y Eisenhower. Cuatro días después le escribió a su madre:
"El único país de todos los de Centroamérica que vale la pena es
éste [...]. Naturalmente todos los regímenes pierden de cerca, y
aquí, para no faltar a la regla, también se cometen arbitrariedades
y robos, pero hay un clima de auténtica democracia y de colaboración con toda la gente extranjera que por diversos motivos vienen a anclar aquí."
Che llegó a Guatemala con la preocupación de definir su pensamiento
político con su correspondiente línea de acción. Para Alfonso Bauer
Paiz, "Ernesto era un joven demócrata progresista que compartía los
ideales populistas y, por supuesto, era un definido antifascista.
Sobre la situación de Guatemala opinó que el gobierno de Jacobo
Arbenz, en comparación con el de Arévalo, radicalizaba el proceso a
través de la reforma agraria, lo cual señalaba como positivo." [...]
La unidad popular alrededor del proceso revolucionario "era más
aparente que real, pues se manifestaban las divergencias señaladas
por Ernesto, quien además hacía hincapié en la amenaza de Estados
Unidos, cuyo golpe ya se veía venir. Le preocupaba la desmedida
confianza de los sectores políticos y gubernamentales para controlar
una eventual crisis, pues a su juicio no habían razones convincentes
en qué fundarla. Consideraba necesario organizar la defensa popular
y estar preparado para lo peor."
La postura de Che no admite dudas de la lectura de la carta a su tía
Beatriz, fechada el 12 de febrero de 1954, en relación a sus planes
futuros:
"Mi posición no es de ninguna manera la de un diletanti hablador y
nada más; he tomado posición decidida junto al gobierno guatemalteco y, dentro de él, en el grupo del PGT, que es comunista, relacionándome además con intelectuales de esa tendencia que editan aquí una revista y trabajando como médico en los sindicatos, lo que me ha colocado en pugna con el Colegio Médico que es absolutamente reaccionario."
Ernesto desdeñaba la inermidad gubernamental para enfrentar las
sistemáticas conspiraciones. El 5 de enero de 1954 expresó a su tía
Beatriz:
"Éste es un país donde uno puede hinchar los pulmones y llenarlos de
democracia. Hay diarios aquí controlados por la United Fruit y si yo
fuera Arbenz los clausuraría en cinco minutos, porque son una
vergüenza y sin embargo dicen lo que se les da la gana y contribuyen a crear la atmósfera que quiere Norteamérica al pintar esto como una cueva de ladrones, comunistas, traidores, etc. No te diré que es un país que respire abundancia ni mucho menos, pero hay posibilidades de trabajar honradamente en cosas interesantes. Y si consigo salvar cierto burocratismo un poco incómodo, me voy a quedar un tiempo por aquí."
En carta a su familia del 15 de enero de 1954 señaló los alcances de
la conspiración:
"Como punto de vista personal me parece que es una cosa con la que hay que acabar, ya que la United Fruit (que cultiva bananas pero tiene canarios en cantidad) puede gastar mucho dinero en ese tipo de propaganda. Los diarios de la oposición traen todos los días
transcripciones íntegras de discursos que los democráticos enviados
de la compañía o el gobierno pronuncian en los Estados Unidos, y
el 'estofado' mayor parece cocinarse en las conferencias de Caracas,
donde los yanquis tenderán todos sus hilos para tratar de imponer
sanciones a Guatemala. Bien es cierto que todos los gobiernos
claudican frente a ellos, sus caballitos de batalla son Pérez
Jiménez, Odría, Trujillo, Batista, Somoza. Es decir, dentro del
gobierno reaccionario, los más fascistas y antipopulares. Bolivia
era un país interesante, pero Guatemala lo es mucho más porque se ha plantado contra lo que venga, sin tener siquiera un asomo de
independencia económica y soportando intentonas armadas de todo tipo (el presidente Arévalo soportó alrededor de cuarenta), y sin atacar la libertad de expresión siquiera."
Por esos días, la Iglesia católica divulgó una carta pastoral que
denunciaba "la presencia del comunismo en el país" y convocaba a los guatemaltecos a "alzarse" en su contra. El arzobispo Mariano Rossell Arellano, quien encabezó la conspiración eclesiástica contra el gobierno revolucionario, fue contactado "clandestinamente" por la
Agencia Central de Inteligencia (CIA) por mediación del cardenal de
Nueva York, Francis Spellmann.
El Cristo de Esquipulas, la imagen más venerada en el sur de México
y Centro América "anduvo, en réplica, haciendo política por toda la
República". Uno de los boletines emitidos por el "Comité de la
peregrinación del Santo Cristo de Esquipulas por todo el territorio
nacional" dio cuenta de que en Tiquisate, uno de los baluartes de la
conciencia sindical guatemalteca, "había sentido dentro de su mundo
de materia y de odio el mensaje de amor y de espíritu del Santo
Cristo de Esquipulas" y "así fue cómo el bastión del comunismo cayó
de hinojos ante el Santo Cristo."
El 15 de mayo le notificaron a Guevara que debía salir del país al
vencer su visa de turista. Ese mismo día se dio un incidente que
marcó el destino de la revolución guatemalteca. En Puerto Barrios
arribó el buque sueco Alfhem después de un mes de travesía desde el
puerto polaco de Szczecin con una carga de armas checoslovacas. La CIA rastreó al navío hasta su llegada al litoral guatemalteco. La
carga de dos toneladas de pertrechos para el gobierno de Arbenz fue
presentada como la anhelada prueba de la intervención soviética en
Guatemala.
El gobierno guatemalteco buscó otra fuente de suministros militares
ante la prohibición de los Estados Unidos, desde 1948, de
proporcionar ese tipo de pertrechos y asistencia, además de bloquear los intentos de otros países occidentales de vender armas al régimen de Arbenz. El Departamento de Estado justificó el embargo ante la negativa guatemalteca de adherirse al pacto de seguridad de Río de Janeiro de 1947. Guatemala arguyó que no podía suscribirlo
por "razones técnicas" relacionadas con su no reconocida reclamación del territorio beliceño.
El Departamento de Estado emitió un comunicado fechado el 17 de mayo para denunciar el envío de armas como paso previo para que el
presidente Eisenhower advirtiera que las armas checas permitirían la
consolidación de una "dictadura comunista" en expansión por
Centroamérica, sin excluir la posibilidad de una ofensiva contra el
estratégico Canal de Panamá. El director de la CIA, Allen Dulles,
obtuvo el apoyo del Consejo Ejecutivo de Inteligencia y del Consejo
Nacional de Seguridad para fijar la invasión a Guatemala en junio de
1954.
Casi inmediatamente después del arribo del carguero sueco, Estados
Unidos firmó un "tratado de seguridad recíproca" con Honduras,
acuerdo similar al suscrito tres semanas antes con la dictadura de
Anastasio Somoza en Nicaragua. Sobre Guatemala pesaban las
acusaciones de respaldar la huelga de trabajadores bananeros en la
costa atlántica hondureña y, en caso de una "invasión guatemalteca"
al territorio vecino, saldrían a defender a sus aliados.
El 20 de mayo, saboteadores de la CIA detonaron explosivos en las
vías férreas en las afueras de Puerto Barrios para evitar que el
cargamento del Alfhem llegara a la ciudad de Guatemala. Después
ametrallaron el tren que lo conducía con el saldo de un soldado
guatemalteco muerto y varios heridos. A pesar del atentado, los
suministros bélicos arribaron a la capital. Es importante destacar
que la provisión consistía en armas obsoletas, ni prácticas ni
útiles, muchas de ellas sobrantes de la Segunda Guerra Mundial que
no funcionaron.
Con el fin de crear "aprehensión" en Guatemala, el 24 de mayo los
Estados Unidos envió varios aviones de carga Globemaster con
cincuenta toneladas de rifles, pistolas, ametralladoras y municiones
para los ejércitos de Honduras y Nicaragua, con el pretexto de
cumplir con los recientes tratados de seguridad. El verdadero
destinatario de las armas era el "Ejército de Liberación" del
mercenario Carlos Castillo Armas, quien aguardaba la orden de
traspasar la frontera guatemalteca. Otras medidas de asedio fueron
el envío de armas por mar; el desplazamiento de dos submarinos el 23 de mayo hacia aguas hondureñas; la "visita de cortesía" a Nicaragua de tres bombarderos intercontinentales B-36, capaces de arrojar bombas atómicas, y la Marina estadounidense recibió instrucciones de "registrar todas las embarcaciones" que se dirigieran hacia Guatemala.
Mientras ocurrían esos incidentes, el Che escribió una carta sin
fecha a su madre en la cual advirtió: "La frutera está que brama y,
por supuesto, Dulles y Cía. quieren intervenir en Guatemala por el
terrible delito de comprar armas donde se las vendieran, ya que
Estados Unidos no vende ni un cartucho desde hace mucho tiempo."
Ante las amenazas de invasión, Arbenz suspendió el 6 de junio las
garantías constitucionales por un mes. Ocho días después, Che
cumplió veintiséis años. El 15 de ese mes, Eisenhower y altos
funcionarios de su gobierno ultimaron los detalles de la Operación
Éxito contra Guatemala. Los mercenarios empezaron el 17 a bombardear Guatemala. El 18 de junio, Castillo Armas cruzó la frontera entre Guatemala y Honduras, al frente del llamado "Ejército de Liberación" conformado por cuatrocientos hombres.
Myrna Torres advierte que la militancia política de Guevara en
Guatemala se dio en la "Alianza de la Juventud Democrática", en
donde "se sentía muy cómodo". La juventud universitaria y
trabajadores se organizaron para defender la revolución y el país
ante la inminente invasión patrocinada por Estados Unidos. Prestos a
la pelea, "varios centenares" de jóvenes "liderados por Edelberto
Torres Rivas" fueron juramentados en los patios del Instituto
Nacional de Varones con la siguiente fórmula: "¿Juráis defender la
soberanía nacional amenazada por la agresión de traidores
guatemaltecos y mercenarios patrocinada por el imperialismo?"
La "muchedumbre", entre quienes se contaba Che, respondió
afirmativamente. Posteriormente, se entonó el Himno Nacional de
Guatemala.
En su desconocido diario de viaje registró: "Mi vida transcurrió de
esta forma: primero me presenté a las brigadas juveniles de la
Alianza donde estuvimos varios días concentrados hasta que el
ministro de Salud Pública me mandó a la Casa de Salud del Maestro
donde estoy acantonado. Yo me presenté como voluntario para ir al
frente pero no me han dado ni cinco de bola. Hoy sábado 26 de junio, llegó el ministro, mientras yo me había ido a ver a Hilda; me dio
mucha bronca porque pensaba pedirle que me mandara al frente. (...)
Una terrible ducha de agua fría ha caído sobre todos los admiradores
de Guatemala. En la noche del domingo 28 de junio el presidente
Arbenz hizo la insólita declaración de su renuncia. Denunció
públicamente a la frutera y a EU como los causantes directos de
todos los bombardeos y ametrallamientos sobre la población civil."
En una entrevista que sostuvo con el periodista Jorge Ricardo
Masetti en la Sierra Maestra, Guevara rememoró las limitaciones del
medio para enfrentar la invasión mercenaria: "Traté de formar un
grupo de hombres jóvenes como yo para hacer frente a los aventureros de la United Fruit. En Guatemala era necesario pelear y casi nadie peleó. Era urgente resistir pero casi nadie quiso hacerlo."
El 1o. de mayo de 1955, en México, Guevara le reclamó a José Manuel Fortuny, secretario general del PGT, el no haber peleado. En el libro de memorias Fortuny: Un comunista guatemalteco (1994), no se menciona ese emplazamiento que, según Jorge G. Castañeda, "fue un encuentro que uno pensaría digno de recordar".
En una carta a su madre, fechada el 4 de julio de 1954, Ernesto
reveló las emociones encontradas que experimentó al producirse los
ataques aéreos sobre la ciudad de Guatemala:
"Con un poco de vergüenza te comunico que me divertí como mono
durante estos días. Esa sensación mágica de invulnerabilidad que te
decía en otra carta me hacía relamer de gusto cuando veía la gente
correr como loca apenas venían los aviones o, en la noche, cuando en los apagones se llenaba la ciudad de balazos. De paso te diré que
los bombarderos livianos tienen su imponencia. Vi a uno largarse
sobre un blanco relativamente cercano a donde yo estaba y se veía el aparato que se agrandaba por momentos mientras de las alas le salían con intermitencias lengüitas de fuego y sonaba el ruido de su
metralla y de las ametralladoras livianas con que le tiraban. De
pronto quedaba un momento suspendido en el aire, horizontal, y
enseguida daba un pique velocísimo y se sentía el retumbar de la
tierra por la bomba. Ahora pasó todo eso y sólo se oyen los cohetes
de los reaccionarios que salen de la tierra como hormigas a festejar
el triunfo y tratar de linchar comunistas como llaman ellos a todos
los del gobierno anterior. Las embajadas están llenas hasta el
tope, y la nuestra junto con la de México son las peores."
Guevara de la Serna llegó cuando el presidente Arbenz trataba de
repeler los fantasmas acechantes del imperialismo dispuesto a
someter la insurrección en su pequeño patio trasero. Los "delitos"
de Arbenz consistieron en aplicar las leyes sin excepciones, iniciar
una reforma agraria que afectó los intereses de la frutera, tener
como propiedades nacionales la ruta hacia el Atlántico, la energía
eléctrica, los muelles y los puertos. El único "crimen" que
presenció Guevara fue el deseo de progresar y obtener una
emancipación económica acorde con nuestra independencia política. La conjura propagandística pedía condenar a quienes dieron tierra y
derechos a la población campesina.
La revolución guatemalteca dejó una huella indeleble en Ernesto
transformado en Che , quien, a su vez, marcó el itinerario de varias
generaciones. Ante la revolución asediada, dio el golpe decisivo de
timón: "La responsabilidad histórica de los hombres que realizan las
esperanzas de Latinoamérica es grande. Es hora de que se supriman
los eufemismos. Es hora de que el garrote conteste al garrote, y si
hay que morir, que sea como Sandino y no como Azaña. Pero que los
fusiles alevosos no sean empuñados por manos guatemaltecas. Si
quieren matar la libertad que lo hagan ellos, los que la esconden.
Es necesario no tener blandura, no perdonar traiciones. No sea que
la sangre de un traidor que no se derrame cueste la de miles de
bravos defensores del pueblo."




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20 de Octubre de 1944: antecedentes, vigencia y proyección
Una aproximación a la década de más profundas transformaciones
sociales y a sus enseñanzas
Ricardo Rosales Román
\ Carlos Gonzales \
La sesión general de estudiantes universitarios celebrada en el
Paraninfo Universitario el 23 de junio de 1944, según testimonio de
algunos de sus protagonistas, fue decisiva en el rumbo y desarrollo
de los acontecimientos que empezaron con la renuncia del tirano
Jorge Ubico y continuaron con la organización, preparación y
participación del universitariado guatemalteco, junto al magisterio,
las mujeres y los obreros en la gesta cívico militar del 20 de
Octubre que puso fin al régimen continuista encabezado por el
general Federico Ponce Vaides. La tiranía ubiquista había entrado ya
en una aguda crisis institucional y de poder. La situación
internacional en aquel momento favorecía la lucha por cambios
democráticos, libertades ciudadanas y contra el nazi fascismo.
1. Lo que la historia enseña.- La experiencia histórica enseña que,
por un lado, el dictador Ubico, tras 14 años en el poder, ya no
estaba en condiciones de seguir gobernando el país como lo venía
haciendo y, por el otro, que la población en general no podía seguir
soportando semejante estado de cosas y estaba, a su vez, dispuesta y decidida a luchar para cambiarlas. La gesta cívico militar del 20 de Octubre de 1944 confirmó, además, que para que puedan darse los cambios revolucionarios que un país necesita, ha de contarse con una parte del ejército que debe estar dispuesta a unirse al pueblo en esa lucha.
Ahora puede decirse que habiendo madurado en forma acelerada las
condiciones objetivas y subjetivas, y una vez que se ha sabido
aprovechar la situación revolucionaria que de la coincidencia de
ellas se deriva, la unidad de civiles y militares hizo posible el
asalto y toma de la Guardia de Honor y el derrocamiento de Ponce
Vaides, en una hazaña militar sin precedentes. A partir de ese
momento se crean las condiciones indispensables para sentar las
bases institucionales y de poder que harían posible encauzar al país
hacia una revolución democrática y social, poner fin al pasado
dictatorial y de oprobio en que se le mantuvo y emprender la
construcción de una nación distinta y de una nueva sociedad. Se
intentó así poner fin a lo que ilegítimamente se institucionalizó a
todo lo largo de la primera mitad del siglo pasado y finales del
siglo XVIII.
Es muy corto, entonces, el período que transcurre del 1 de julio de
1944 al 20 de octubre de ese mismo año. En este tan relativamente
corto lapso el país cambia en forma vertiginosa y acelerada. La
renuncia de Ubico es solo el comienzo de lo que habrá de culminar
con el derrocamiento de Ponce Vaides. A partir de ese momento se
empiezan a dar trascendentales transformaciones en lo económico,
político, social, institucional y cultural que habrían de cambiar
completamente la fisonomía del país. Cuánta sabiduría encierra la
afirmación que indica que en un día de agitación y movilización
social, descontento popular e indignación se puede avanzar mucho más que en 10 o más años de relativa calma y tranquilidad. Así aconteció en el período que separa el 1 de julio del 20 de octubre de 1944. Son, parafraseando el título del más conocido libro de John Reed, 112 días que conmovieron a nuestro país y empezaron a cambiarlo a fondo.
2. Una crisis institucional permanente y prolongada.- El general
Jorge Ubico Castañeda gobernó el país durante 14 años. Tomó posesión el 14 de febrero de 1931, se reeligió dos veces y ante las
manifestaciones populares y el descontento generalizado contra su
gobierno tiránico y despótico, se vio obligado a renunciar. Antes
que el dictador Ubico empezara a gobernar (febrero de 1931) y a
partir de que el general José María Orantes, en circunstancias no
suficientemente esclarecidas, asumiera la presidencia (junio de
1882) el país estuvo gobernando por 10 presidentes. De estos 10
presidentes, cinco de ellos eran generales.
La mayoría de sucesiones en ese casi medio siglo fueron resultado de
ostensibles y aberrantes irregularidades institucionales. Uno de
esos diez gobernantes estuvo sólo cinco días en el poder y otro,
seis. La mayoría fueron gobernantes designados. Con excepción de
Manuel Estrada Cabrera, que se extralimitó en sus funciones de
Presidente en el tiempo y en su gestión, los demás no cumplieron el
período para el que fueron designados o electos. Dos de ellos fueron
electos siendo presidentes provisorios y tampoco llegaron a terminar
sus respectivos períodos. Estrada Cabrera, gobernó a partir de 1898.
Después de 22 años de mantenerse por la fuerza en el poder, fue
derrocado por un amplio movimiento popular, el llamado Movimiento
Unionista.
La llegada de Ubico al gobierno prolonga, agudiza y agrava aún más
la crisis institucional de carácter permanente ya imperante en el
país. Aunque el dictador asume la presidencia después de unas
elecciones que sus partidarios liberales dicen haber ganado en forma
indiscutible, es desde posiciones de fuerza como Ubico consigue
mantenerse por tanto tiempo como gobernante. Son, entonces, más de 60 años de prolongada crisis de poder que sólo empieza a resolverse a partir del día de la renuncia del dictador de los 14 años.
3. El derrocamiento del continuismo ubiquista.- Para explicarse la
renuncia de Ubico y el derrocamiento de Ponce Vaides hay que tener
en cuenta la falta absoluta de un orden institucional y que en la
medida que esto se prolonga crea las condiciones propicias, además
de las ya arriba esbozadas, para que la situación se resuelva. La
sucesión en el gobierno de Ponce Vaides no resuelve la crisis de
poder existente, la agrava y ahonda aún más. Habiéndose dado las
condiciones propias de una situación revolucionaria, el 20 de
Octubre de 1944 se produce su derrocamiento violento y la
instauración de una Junta Militar integrada por el ciudadano Jorge
Toriello y los militares, Jacobo Arbenz Guzmán y Francisco Javier
Arana. Este triunvirato cívico militar gobierna el país con el más
amplio apoyo y respaldo popular. Después de haber sido electo
abrumadamente, el 15 de marzo de 1950 asume la presidencia el doctor Juan José Arévalo.
El país entra en una etapa de institucionalización y cambios
democráticos, proceso que se ve perturbado por las reiteradas
intentonas y asonadas militares que se dan a todo lo largo del
período presidencial del doctor Arévalo y detrás de las que siempre
estuvo la Embajada de Estados Unidos, los grandes latifundistas y
terratenientes semifeudales y las fuerzas políticas más
reaccionarias y conservadoras. En medio de no pocas dificultades, el
presidente Arévalo logró terminar el período para el que fue electo
y entregó el mando del país al coronel Jacobo Árbenz Guzmán, electo
en los comicios celebrados en 1950. Correspondería al coronel Arbenz
Guzmán emprender la gran tarea histórica de profundizar las
transformaciones revolucionarias iniciadas por el Primer Gobierno de
la Revolución, trascendental esfuerzo que violentamente se vio
interrumpido a raíz de la intervención norteamericana al país.
Es abundante la literatura dedicada al estudio de las conquistas y
logros de la Revolución del 44. También son abundantes los estudios
dedicados a examinar las causas de la caída del gobierno democrático del Presidente Arbenz y las enseñanzas que de ello pueden extraerse.
Quizás lo que proceda es referirse a la vigencia de la Revolución de
Octubre y las posibilidades reales que existen de retomar su camino
recorrido, y sus principios y planteamientos principales. Los
procesos históricos no se repiten ni uno es igual a otro. Ello no
impide examinar lo que es posible tomar de un proceso y a partir de
allí preguntarse si en el actual momento se están dando o no las
condiciones para que Guatemala pueda cambiar.




4. Vigencia de la Revolución de Octubre del 44.- Son casi 50 los
años de permanente y prolongada crisis institucional y de poder,
atraso, opresión y tiranía, que preceden a la renuncia de Ubico y el
derrocamiento de Ponce Vaides. Diez años de primavera democrática
durante los que triunfa el humanismo y la justicia social sobre la
barbarie, las atrocidades y la dictadura. Con la intervención
norteamericana de junio de 1954, el país entra una vez más en otro
período de oscurantismo, represión, terror y violencia organizada.
Enseguida se institucionaliza la contrainsurgencia como política de
Estado.
De los igualmente 50 años más recientes de historia patria, pueden
diferenciarse dos períodos que en su continuidad se complementan. El primero es el de una crisis institucional e inestabilidad
gubernamental permanente (1954 - 1985) y, el siguiente, de una
apertura democrática que de democrática sólo tiene el nombre (1986 a nuestros días). En el mundo, en el momento actual, se acentúa una crisis generalizada de credibilidad y confianza, guerras preventivas de ocupación y conquista, institucionalización de las torturas y vejámenes a prisioneros de guerra y en las relaciones
internacionales una marcada tendencia hacia el unilateralismo y la
unipolaridad. La más grande potencia agresiva y guerrerista de la
historia pretende dominar a todos los pueblos y naciones de la
Tierra. El mundo está viviendo una etapa de neo nazi fascistización
globalizada. Cuando en política coinciden la estupidez y la maldad,
las sociedades entran en una crisis moral y de descomposición social.
Así como en lo nacional hay similitudes entre el período previo al
20 de octubre de 1944 y el que comienza con su abrupta y violenta
interrupción el 27 de junio de 1954, así también se dan algunas
diferencias en su desarrollo y desenvolvimiento así como en la
solución que pudiera tener ahora. Quizás a esto sea a lo que haya
que prestarle más atención. Los recientes 18 años de la llamada
apertura democrática en nada resuelven la recurrente crisis de
gobernabilidad institucional que arranca con la intervención
norteamericana de hace 50 años. Al contrario, la agudiza, acentúa y
prolonga.
En lo que va de estos últimos 18 años lo más importante a destacar
es la firma de la paz que el 29 de diciembre de 1996 puso fin al
conflicto armado iniciado en 1960. En el momento actual el poder
económico y político está más concentrado que antes y como
consecuencia el sistema en que se asienta y se apoya entra en un
mayor y más severo proceso de agotamiento y desgaste que el que
prevalecía antes de 1944.
5. El valioso legado revolucionario.- Un proceso revolucionario
interrumpido por la fuerza hay que saber interpretarlo y tenerlo
como referente histórico para llegado el momento retomarlo. La
situación imperante antes y durante la tiranía de Ubico se asemeja a
la actual por la concentración abusiva de la riqueza y del poder
político. La crisis económica y acentuada pobreza, desigualdad
social, discriminación y exclusión parecen ser fenómenos de un mismo
período o que el período actual fuera la prolongación de aquél.
Ahora, es cierto, no hay un gobierno tiránico y despótico como el
ubiquista pero al igual que el de aquél dictador la administración
pública se maneja como si fuera una gran empresa o un feudo de ricos y poderosos gobernantes.
Que yo sepa, en ninguna parte del mundo las revoluciones que se han dado, y las que están por darse, son patrimonio de una generación o de otra. El proceso revolucionario es uno solo y se desarrolla, desenvuelve y retoma con independencia de la generación a la que le corresponda. De allí que sea ahora cuando procede retomar lo iniciado por la generación del 44 y profundizarlo como parte de un solo proceso a prolongarse en el tiempo. Los principios, postulados y conquistas de la Revolución de Octubre de 1944 siguen vigentes y todo apunta en dirección a que un buen trecho de lo que se recorrió entonces tendrá que recorrerse nuevamente si es que en realidad quiere cambiarse al país.
Las condiciones objetivas están allí al igual que como estaban
durante la dictadura ubiquista. Sólo falta el factor subjetivo. Lo
que está pasando en el mundo avizora etapas de agitación y
convulsión social que bien pueden desembocar en nuevas revoluciones con profundo contenido humanista y emancipador. Para el caso de nuestro país se trata de retomar y actualizar lo alcanzado a partir del 20 de octubre de 1944 y que sumado a la plataforma de la paz constituye la base institucional para la construcción de un país distinto y mejor en un mundo también distinto y mejor.
La generación del 44 nos legó una manera diferente de hacer
política, una cultura política colmada de humanismo y justicia
social, en interés de los pobres y desposeídos, de los oprimidos y
explotados. Es por ello, y dicho en pocas palabras, que la
Revolución del 20 de Octubre de 1944 sigue vigente.


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Guatemala: una democracia secuestrada El derrocamiento del
presidente Jacobo Arbenz Guzmán marca
el inicio de uno de los tiempos más oscuros de la historia nacional




Félix Loarca Guzmán


Muchos historiadores y analistas políticos están de acuerdo en que
el doctor Juan José Arévalo Bermejo, fue el mejor presidente de
Guatemala (1945-1951) durante el siglo pasado.
Pero también coinciden en que el coronel Jacobo Arbenz Guzmán (1951- 1954), tuvo el honroso mérito de haber sido el gobernante más nacionalista y pionero de la lucha antiimperialista en el continente americano.
Este 27 de junio se cumple un aniversario más de la renuncia de
Arbenz como consecuencia de la intervención armada, mediante
mercenarios, organizada por la Agencia Central de Inteligencia (CIA)
de los Estados Unidos y con el auspicio de la United Fruit Company
(UFCO), marcando el inicio de una de las etapas de mayor tragedia
nacional, pues fue en esa fecha cuando empezó el secuestro de la
democracia que el pueblo de este pequeño país centroamericano estaba construyendo paso a paso luego del triunfo de la Revolución del veinte de Octubre de 1944.
El periodo de cincuenta años desde el derrocamiento del gobierno del
presidente Arbenz hasta el día de hoy ha sido para Guatemala uno de
los tiempos más oscuros de su historia en una prolongada guerra
sucia con masacres en las regiones indígenas, la actuación de los
escuadrones de la muerte, ejecuciones extrajudiciales, secuestros,
torturas, detenciones arbitrarias, miles de refugiados en el
extranjero, las aldeas modelo, la impunidad, etc.
Según el informe de la Comisión para el Esclarecimiento Histórico
(CEH), la etapa del conflicto armado interno que sobrevino a la
intervención estadounidense, dejó un saldo aterrador de más de
doscientas mil personas muertas y desaparecidas, así como centenares de viudas y niños huérfanos.
Jacobo Arbenz Guzmán era oriundo de Quetzaltenango y descendiente de suizos. Perteneció a la promoción 26 de la Escuela Politécnica o Escuela Militar.
En su libro Figuras de la Politécnica en Itinerarios de Amistad, el
periodista Álvaro Contreras Vélez relata que al año de haber
ingresado Arbenz a esa escuela recibió los galones de Cabo y, los de
Sargento en octubre de 1934. En diciembre de 1935 obtuvo la plaza de Alumno Distinguido correspondiente al quinto semestre de su
promoción.
Jacobo Arbenz fue uno de los tres integrantes de la Junta
Revolucionaria de Gobierno que asumió el mando de la Nación tras el
triunfo de la gesta libertadora de 1944 que provocó el derrumbe de
la dictadura de Jorge Ubico y Federico Ponce Vaides.
Posteriormente Arbenz fungió como Ministro de la Defensa durante el
gobierno del presidente Juan José Arévalo.
En su obra póstuma Despacho Presidencial, Arévalo retrata a Jacobo
Arbenz como salido de la órbita derechista en que se movía el
Ciudadano Jorge Toriello Garrido, otro de los ex miembros de la
Junta de Gobierno. Arévalo elogia las virtudes de Arbenz como
abanderado de la escuela Militar y como actor de la Revolución del
20 de Octubre.


MAGIA TEÑIDA DE SIMPATÍA POPULAR
Es indudable que esas virtudes ejercieron cierta magia teñida de
simpatía popular y, que ello le favoreció para ser electo en
comicios libres como nuevo presidente de Guatemala iniciando sus
funciones el año de 1951.
Su programa de gobierno era muy simple, pero de una gran
trascendencia nacional e internacional. Los puntos principales eran:
reforma agraria, carreteras y puertos nacionales, así como una
hidroeléctrica también nacional, la de Jurún Marinalá.
El Doctor en Sociología, Carlos Guzmán Böckler, dice en su libro
Donde Enmudecen las Conciencias que el presidente Arbenz quería
recuperar para la población agrícola la tierra ociosa acaparada por
la burguesía agroexportadora y por la United Fruit Company, despojar
a ésta del monopolio del transporte hacia el Caribe y el monopolio
de Puerto Barrios en el mismo mar y acabar con el monopolio del
servicio de electricidad a cargo de la compañía estadounidense
Electric Bond & Share.
La ley de Reforma Agraria (Decreto 900 del Congreso de la República)
fue promulgada el 2 de junio de 1952. En opinión de Guzmán Böckler,
la ley era tímida, incluso para la época, pero la cautela era
explicable por la magnitud del poder de los afectados.
"Esta fue la primera vez que el grupo ladino abría una clara
posibilidad al sector indio, campesino por antonomasia."
"La revolución empezó hasta ese momento y al poner a la vista de la
población urbana a los nuevos y hasta entonces desconocidos
dirigentes campesinos, un escalofrío sacudió a aquélla. Por primera
vez se vieron las posibilidades políticas de una mayoría cuya
verdadera voz jamás había sido escuchada."
Todos estos elementos inconexos en su apariencia, fueron suficientes para que la oligarquía nacional y los intereses extranjeros,
particularmente estadounidenses, satanizaran al presidente Arbenz
con el estigma de "comunista".
Fue así como montaron una impresionante campaña internacional de
desprestigio dirigida por el Departamento de Estado de Estados
Unidos creando el ambiente para justificar la invasión a Guatemala
escudada por el gobierno de Honduras que cumplió el triste y
vergonzoso papel de "portaaviones" del poder imperial.
El régimen del presidente Arbenz fue sometido a una inconcebible
presión económica, diplomática y política en el extranjero, tal como
le ocurre actualmente al presidente Hugo Chávez de Venezuela y como antes también fue víctima el presidente socialista Salvador Allende en Chile.
El coronel Jacobo Arbenz se vio obligado a renunciar el 27 de junio
de 1954 al ser traicionado por los altos jefes del Ejército
Nacional, quienes gozaban de toda la confianza y compañerismo del
Presidente.


CUMPLIERON LAS EXIGENCIAS EXTRANJERAS
El ex canciller del gobierno arbencista, Guillermo Toriello Garrido,
revela en su libro Guatemala: más de 20 años de traición que ese
grupúsculo castrense, cumpliendo las exigencias de la Embajada de
Estados Unidos en Guatemala, fue el ejecutor del artero golpe de
Estado que culminó con la caída del Gobierno constitucional y la
implementación en su lugar del primer régimen neofacista en América
Latina.
Coludidas con esos militares desleales se hallaban las clases más
reaccionarias del país, entre ellas la oligarquía: (terratenientes
feudales, el clan agro exportador, un fuerte sector de la industria,
el comercio y la iglesia católica reaccionaria)."


Guzmán Böckler considera que en sólo dos años, la reforma agraria no pudo más que principiar. Si bien avanzó bastante en algunas
regiones, en otras casi no llegó a manifestarse.
Al producirse la invasión estadounidense, los campesinos pidieron
armas para repeler la agresión, pero el Ejército las negó
categóricamente y dejó que los mercenarios avanzaran sin oposición.
En los pocos lugares donde se combatió, como es el caso de Gualán,
Zacapa, los atacantes fueron vencidos.
Los autores estadounidenses Stephen Schlesinger y Stephen Kinzer
exponen en su libro Fruta Amarga. La CIA en Guatemala, que la acción militar clandestina de la CIA contra el gobierno de Arbenz fue
conocida con el nombre de "Operación Éxito", en la cual participaron
una docena de aviones de transporte, y una docena de aviones para el frente, entre ellos varios bombarderos, que algunos sectores
bautizaron con el nombre de sulfatos.
Guzmán Böckler señala que a continuación del "triunfo" del
llamado "movimiento de liberación", empezó la tarea de represión
contra los campesinos favorecidos por la ley agraria: las torturas y
los fusilamientos volvieron a ensangrentar la tierra.
El nuevo gobierno instalado por Estados Unidos y encabezado por el
coronel Carlos Castillo Armas ordenó la vuelta al status quo, y los
terratenientes así como la United Fruit Company recuperaron lo que
se les había expropiado. Así terminaron los diez años de primavera
en el país de la eterna tiranía como el escritor Luis Cardoza y
Aragón denominó al período comprendido entre 1944 y 1954.
Desde entonces el país quedó dividido en anticomunistas y
comunistas, cerrando la opción de la legitimidad democrática con una
política de persecución y revancha.
Después de 1954 la preeminencia del Ejército en simbiosis con las
élites económicas fue total habiéndose sucedido gobiernos de facto y regímenes autoritarios con la fachada de civiles y constitucionales
como el del abogado Julio César Méndez Montenegro en que eran los
jefes militares los responsables de las decisiones más importantes.




GUATEMALA SIGUE DESGARRADA
Guatemala a partir del derrocamiento del Presidente Jacobo Arbenz
Guzmán ha tenido un proceso marcado fundamentalmente por un sistema político fraudulento y eminentemente represivo, así como por una forma de pensamiento dominante de clara y vergonzosa obediencia a los dictados de Washington.
El país sigue desgarrado y sumergido en un profundo abismo de
incertidumbre como resultado del secuestro de la democracia que se
estaba construyendo en 1954. Al final, el poder continúa en las
mismas manos o de los mismos sectores que truncaron el desarrollo
nacional por la vía del capitalismo independiente que era la que
promovía el coronel Jacobo Arbenz.
Guatemala estaba realizando un programa político económico definido, tendiente al desarrollo integral, a la elevación del nivel de vida del pueblo y al fortalecimiento de la democracia.
Según los testimonios de Guillermo Toriello Garrido, una de las
principales preocupaciones era elevar los niveles de ingreso de la
población, poniendo en rendimiento sus riquezas naturales y
redistribuyendo equitativamente la tierra improductiva;
capitalizando la economía y sentando las bases para la
industrialización del país; rompiendo los monopolios en los
transportes y en el comercio internos y externos, en la energía
eléctrica, en los puertos, etc.
Y esta política de recuperación nacional, por la dinámica misma de
los hechos, afectaba a los grandes privilegios que hoy como ayer se
mantienen y enriquecen a costa de las miserias y las privaciones del
pueblo. Por eso fue que desataron las campañas de propaganda y
calumnias contra Arbenz calificándolo de comunista.
El Periodista Haroldo Shetemul escribió recientemente en Prensa
Libre que el objetivo era demostrar al mundo el carácter comunista
del régimen caído y su conexión con la Unión Soviética. "Pero el
esfuerzo estadounidense fue en vano, porque no encontraron nada".
"Las pruebas del crimen comunista fueron textos sobre Stalin, la
reforma agraria china y algunos análisis marxistas."
Shetemul dice que esto recuerda la historia ficticia de las armas de
destrucción masiva en el actual conflicto de Iraq.


24 FAMILIAS CON EL PODER OLIGÁRQUICO
El ex comandante guerrillero y ahora analista político Ricardo
Rosales Román, comenta en un artículo publicado el pasado miércoles
en el diario LA HORA, que para 1954, el año de la intervención
estadounidense en el país, el poder oligárquico estaba compuesto por
24 familias. Dice que al parecer ese es el número de familias que lo
integran en la actualidad.
Estas familias son las que controlan la producción, explotación y
exportación del café, banano y algodón, los bancos, las
embotelladoras, la industria cervecera y de licores, las
inmobiliarias, algunos medios de comunicación, importantes
fundaciones, la industria avícola, las constructoras, la hotelería,
los ingenios, la bolsa de valores, los grupos financieros, las
empacadoras, la industria cementera, los centros comerciales y los
restaurantes de comida rápida.


EL CIRCO DE LAS ELECCIONES
Rosales añade que la Gran Alianza Nacional, GANA, o sea el grupo que llevó al poder al presidente Óscar Berger, es la formación política
hecha a imagen del poder oligárquico. Además, es el partido de los
ricos, para los ricos y organizado y financiado por los ricos. En
consecuencia, el Gobierno de la GANA es un gobierno a su servicio y,
como tal, expresión y defensor incondicional de sus intereses.
En las últimas elecciones presidenciales se produjo una gran euforia
popular a favor de la candidatura del actual gobernante como
consecuencia de muchos factores, uno de ellos la decepción del
pueblo por el desgobierno del presidente Alfonso Portillo.
Pero tal como escribió Alfredo Guerra-Borges en el prólogo del libro
Paz Tejada, militar y revolucionario, en la Roma imperial se
garantizaba la paz social dando al pueblo "pan y circo". Los tiempos
modernos han sustituido el coliseo con las urnas para que el pueblo
sublimice una insatisfacción en el circo de las elecciones. Una y
otra vez la esperanza ingenua. Una y otra vez la amarga frustración.
Y entre tanto, la embriaguez de la corrupción y el abuso del poder
sigue creciendo. Los ejemplos sobran: en sus primeros meses de
gobierno, el presidente Óscar Berger y su Vicepresidente se
aumentaron su sueldo en cien mil quetzales, el Congreso de la
República investiga la posible sobrevaloración de la reciente y
millonaria reparación de la pista del aeropuerto internacional La
Aurora, además de las denuncias sobre que uno de los Secretarios del gobernante, ha realizado maniobras para beneficiar con negocios del Estado al banco en que es uno de los principales accionistas.
Y mientras el presidente Berger promete austeridad, con mucha
frecuencia hay viajes al extranjero de altos funcionarios del
Estado, entre ellos el vicepresidente Eduardo Stein, con jugosos
viáticos diarios.


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El quetzal encadenado
La renuncia del presidente Jacobo Arbenz
Hugo Madrigal.
"La CIA organizó, financió y dirigió la operación encubierta,
desplegaron una enorme operación de propaganda y de desinformación, autorizaron vuelos de los B-26 y de los P-47 para inundar a las ciudades de propaganda panfletera en contra del régimen, como parte de las operaciones psicológicas, y hasta la elaboración de una lista de funcionarios que debían ser asesinados" (CIA, informed A Guatemalan Communist Personal to be Disposed of During Military Operations 1954)


Era el día 28 de diciembre de 2003 cuando los guatemaltecos
asistíamos a los diferentes puntos del país donde estaban las mesas
electorales para elegir nuevo Presidente de la república en su
segunda vuelta.
Nos dirigimos al Instituto Central para Varones donde nos
correspondía emitir nuestro voto, cerca del parqueo estaba un señor
entrado en años a la par de un auto de lujo gritando: ¡Ay ay,
calzones cutos, viva Arbenz hijos de puta! Una señora que salía de
votar y un joven, lo metieron en el auto, nos imaginamos eran sus
familiares. La señora un poco apenada y el joven riéndose quizá al
ver el rostro de la señora para disimular, dijo: "ya se le subieron
los tragos".
Así como este señor hoy en día hay miles de personas que suspiran
por ese sueño de primavera (1944-1954) que se estaba volviendo una realidad con el gobierno primero de Juan José Arévalo y después con Jacobo Arbenz Guzmán. Fueron diez años donde se dieron profundas reformas, se crearon oportunidades de desarrollo social y de participación política. La educación pública recibió un fuerte
impulso, especialmente en el interior del país.
Todas las reformas que impulsó esos diez años de primavera no fueron bien recibidas por los sectores capitalistas y religiosos del país
que etiquetaron a Jacobo Arbenz como comunista. La CIA decidió que las políticas del último gobierno de la revolución habían llegado
demasiado lejos, y lo que más les afectaba al gobierno gringo y que
no estaba de acuerdo era la política de reforma agraria que había
emprendido, el cual afectaba enormemente (a la United Fruit Company que entre el gobierno de los Estados Unidos tenía influencia ya que parte de sus dueños eran altos funcionarios del gobierno del norte).
Jacobo Arbenz Guzmán contó con la ayuda de un grupo de personas de gran caudal económico de Quetzaltenango que formaron en 1949 el Partido de Integridad Nacional (PIN) para llevarlo a la candidatura
a la Presidencia de la república el cual contó con la anexión de los
partidos de Acción Revolucionaria (PAR) y Renovación Nacional( RN)
del gobierno. El 15 de marzo de 1951 lleva a l a Presidencia con un
programa de gobierno que pretendía modernizar el país.


LA REFORMA AGRARIA
El 17 de junio de 1952 el decreto 900, Ley de Reforma Agraria entró
en vigor beneficiando a miles de personas pero fue el "talón de
Aquiles" para condenar a su gobierno de "comunista" palabra que fue
usada por la Iglesia Católica a través del arzobispo Mariano Rossel
y Arellano que infundió miedo en el pueblo guatemalteco ya que en
las homilías se exageraba con mentiras que iban a que "el gobierno
comunista sacaría a los restos de personas enterradas en los
cementerios para quemarlos" la ignorancia, máxime en las poblaciones
influyó mucho en los guatemaltecos. Así como estas mentiras se
escuchaban otras que eran utilizadas por la clase terrateniente para
opacar la reforma agraria en Guatemala.
Muchos guatemaltecos recibían dinero para desprestigiar al gobierno
por lo que esta clase de comunicación amarillista influyó también en
contra del presidente Arbenz.
H.I.J.O.S agrupación que entre sus filas cuenta con hijos de
familiares desaparecidos, estudiantes universitarios y personas de
la sociedad civil dice con referencia a la renuncia del presidente
Arbenz:
"Tan drástico fue el cierre de espacios y canales de participación y
tan cruel el recurso de violencia empleados, que para 1963 da inicio
la insurgencia guerrillera y la guerra interna que duró 36 años con
un saldo trágico de más de 250 mil víctimas, entre detenidos,
desaparecidos, secuestrados, masacrados y más. Poco después el
títere militar impuesto aprobó una nueva legislación donde
beneficiaba a los intereses económicos de los norteamericanos.
"Trasladándonos a la actualidad, dice H.I.J.O.S hoy el monstruo de
la maquinaría de propaganda se volteó contra el régimen de Iraq y al
mismo estilo de la guerra fría en contra de Arbenz, el ahora secretario de Estado Colin Powel inició una campaña en el seno de las Naciones Unidas denunciando a Saddam Hussein como una amenaza para el "mundo Libre".
El 27 de junio de 1954 el presidente Jacobo Arbenz Guzmán renuncia del cargo ante un pueblo que siempre le apoyó pese a la lucha de Goliat ( USA y grupos de malos guatemaltecos) contra David (el pueblo guatemalteco).

7 comentarios:

  1. De los temas que nadie dice nada, estos son lo que los Chapines tenemos que saber.

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  2. Anónimo22/6/11

    VOS BENJI ESTA ESTA BIENISIMO DEJA PUBLICARLO EN MI SITIO Y TE HAGO EL ENLACE AQUI. ESTOS TEMAS SON PROFUNDOS Y LA VERDAD HAY QUE PUBLICARLOS QUE TODO GUATEMALA SEPA SU HISTORIA Y LOS HOMBRES QUE EN SU MOMENTO TUVIERON HUEVOS PARA ENFRENTAR AL PODEROSO. ATT. PANCHOLON

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  3. DALE OCUPALO.... TALVEZ EN TU BLOG LE ENTRAN COMENTARIOS EN EL MIO SOLO LO LEEN Y SE QUEDA ASI.... MI GENTE NO SABE NADA DE ESTO.... MAS QUE ESE MALDITO DURANGUENSE Y NARCO CORRIDOS.... SI ESPINOZA PAZ SE TIRA UN PEDO AUNQUE NO CANTE NI MIERCOLES SE LO CELEBRAN EN ESQUIPULAS Y CHIQUIMULA CON BOMBOS Y PLATILLOS... OCUPALO

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  4. Anónimo11/7/12

    Hola, muchas gracias por publicar esta información q muchos guatemaltecos aún ignoramos. Me vi en la necesidad de leer el libro Fruta Amarga por una tarea de la universidad, pero quedé fascinada con tal historia del único presidente de este país que se enfrentó al monstruo de los EEUU y al monopolio de una compañía que creía q nos estaba haciendo un favor. Sinceramente urge más información de este tipo para que comprendamos que no todo es y será siempre estados unidos. Ya quisiera yo que hubiera en los gobiernos de nuestra época un hombre tan valiente como Arbenz. Gracias sigue adelante!!

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  5. Anónimo21/8/12

    Hola a todos, es necesario tener, buenas fuentes de información, y al igual que el comentario anterior, del libro de fruta amarga, también les puedo recomendar... LA CIA Y EL CASO ARBENZ, me gustaría incluir mi resumen, pero realmente les recomiendo leerlo completo. USAC.

    coca

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    1. MANDALO ACA, LO PUBLICAMOS CON GUSTO, NO IMPORTA SI ES CONTRA O A A FAVOR. LO ESPERAMOS

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  6. Anónimo27/1/13

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