viernes, 14 de septiembre de 2012

Testimonio de Emma Chirix: MAGALÍ REY ROSA RESPETA MAS EL DERECHO DE LOS ANIMALES QUE EL DE LAS PERSONAS



LA VERDADERA MAGALÍ REY ROSA, Una reconocida ecologista, pero racista. ¡¡¡¡¡RESPETA MAS EL DERECHO DE LOS ANIMALES QUE EL DE LAS PERSONAS!!!!



Testimonio de Emma Chirix

En algunos países que conozco respetan más los derechos de los animales que los derechos de las personas. En Guatemala también, conozco a una ecologista que respeta, defiende la naturaleza y lucha contra la minería pero practica e
l racismo.

La práctica de racismo sucedió en la clínica 905 del edificio del Centro Médico. Mi madre padece de mal de Parkinson desde hace 12 años, en los dos últimos meses los síntomas se han agudizado y por esta razón, su chequeo médico ha sido constante.
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La secretaria del neurólogo programó la cita para el día viernes 7 de septiembre a las 4:00 de la tarde. Llegamos a la clínica diez minutos antes de lo programado y la secretaria nos informó que el médico tenía una emergencia y que no se encontraba en la clínica. Observé cómo la clínica se llenaba de gente, la mayoría ladinos y solo nosotras de indígenas. A los pocos minutos, mi madre comenzó a desesperarse por lo que decidimos con mi hermana, salir de la clínica para darle vueltas por el pasillo, en su silla de ruedas. Mi hermano se quedó adentro de la clínica para esperar el turno.

El médico llegó 40 minutos tarde. La desesperación de mi madre fue creciendo y nos turnamos para calmarla, porque los dolores en su cuerpo eran cada vez más intensos y la calmábamos diciéndole que pronto el doctor la revisaría y le daría el medicamento adecuado.

En determinado momento me percaté de la presencia de Magalí Rey Rosa, con quien nos conocemos desde hace algunos años. Nos saludamos y tejimos una breve plática, ahí me enteré que la cita de su madre estaba programada a las 4:20 de la tarde.

Seguimos charlando y de repente la secretaria anunció que la madre de Magalí sería atendida antes que la mía. Yo me quedé sorprendida y le dije a Magalí ¿qué está pasado? ¿Por qué? ya que sabía que su madre entraba después de mi madre según el horario de citas asignadas. Solo dijo “lo siento” y caminó conjunto a otras dos mujeres, sus parientes, hacia la clínica del neurólogo. Me levanté indignada y le fui a pedir explicación a la secretaria, quien no me dio una respuesta convincente, únicamente dijo: “su mamá pasa después de la paciente que entró”.

Conforme pasaba el tiempo, mi madre estaba más irritada, comenzó a llorar de tanto dolor físico y pidió a gritos que la sacáramos de la clínica, porque nuestras palabras de consuelo se esfumaron. Salimos de la clínica, con el dolor físico del cuerpo de mi madre, y con el dolor emocional de indignación por el racismo sufrido en esa clínica. Optamos por retirarnos a las 5:50 de la tarde, no sin antes cuestionar a la secretaria lo que estaba ocurriendo, que no respetaba el horario de consulta y que el privilegio de pasar a una familia ladina antes que a una familia indígena era un acto racismo.

En el momento en que nos estábamos acomodando en el elevador, llegó Magalí a pedirnos disculpas y que lamentaba lo sucedido, le pregunté: “¿de qué te lamentas? ¿Por qué lo sientes?, este es un acto de racismo”. Magalí, al igual que muchos racistas, jamás van a experimentar qué es el racismo y cómo se siente, solo quienes hemos experimentado en carne propia el racismo sabemos lo que provoca en nuestra mente, cuerpo y espíritu. Magalí al igual que muchas personas de este país son reproductores del racismo, por eso el país no camina, no avanza porque el pensamiento etnocéntrico y colonialista obstaculiza las iniciativas, los derechos y la libertad de los pueblos indígenas.

Esta práctica de racismo sucede cotidianamente y no es cuestionado porque ha sido naturalizado, no solo por parte del opresor sino también del oprimido. El privilegio racial se ha utilizado como herramienta ideológica para mantener la dominación. Los criollos, los ladinos ricos y pobres, lo utilizan cotidianamente, pocos mestizos con conciencia, es decir, de aquellas personas que están fuera de la canasta de la opresión han dejado de practicarlo. El privilegio racial se da cuando los criollos y ladinos se sienten superiores a los indígenas, creen tener el poder para humillar y someter, y han desarrollado la idea que deben ser atendidos inmediatamente y los demás deben esperar. Se puede observar en las múltiples prácticas cotidianas. Por ejemplo, no toleran que el indígena pase de primero en una clínica, en un banco o en una oficina para realizar trámites. En las clínicas médicas de la ciudad, la raza se vincula con la clase, es decir, las y los ladinos con “pisto” piden cita para una consulta pero no respetan el horario porque negocian con la secretaria para ser atendidos inmediatamente. Los demás deben esperar, porque se tiene la idea de que las y los indígenas y ladinos pobres tienen el tiempo para esperar.

El pensamiento etnocéntrico y colonialista no solo lo continúan reproduciendo los históricos racistas (invasores, oligarcas, misioneros, funcionarios de Estado) de este país sino también las personas “progresistas” hasta algunos “ecologistas” de aquellos que luchan por el medio ambiente, se sienten protectores de la fauna y la flora, de los recursos naturales, pero pisotean los derechos de los pueblos indígenas. Y ahora Magalí ¿cómo repararás este dolor de tu práctica racista? La nota que me enviaste, donde reiteras tus disculpas no me frena a publicar el incidente racial tampoco repara el daño causado.



Testimonio de Emma Chirix


4 comentarios:

  1. Sí por alguien puedo meter las manos al fuego en esta vida es por Magalí Rey Rosa. La conozco desde hace más de 18 años, es mi amiga y mentora, le tengo una alta estima por la convicción que durante años he visto de su trabajo a favor, no de los “animales” como mencionan acá o en la misma nota publicada por la señora Emma Chirix si no de los derechos humanos y ambientales. (En todo caso las personas que también defienden los derechos de los animales realizan una acción humanista que es respetable)
    Me parece injusto que por este infortunado incidente, se pretenda menospreciar el trabajo que Magalí ha hecho por nuestro país y por la sociedad en general. Si a alguien he visto de cerca defender los derechos de todas y de todos con fuerza, convicción, dejando muchas veces a su familia de lado y posiblemente hasta arriesgando su vida por ello es a Magalí Rey Rosa.
    Magalí en su vida ha sido coherente en su discurso y no solo se ha quedado en ello sino lo ha llevado a la práctica. Ha cuestionado los sectores de poder, el extractivismo industrial y el modelo de desarrollo que es clasista y racista. En su activismo ecológico -una ideología integral donde el ser humano es parte misma de la naturaleza- Magalí ha cuestionado las relaciones de poder, el Estado en el que vivimos que discrimina, que es racista y excluyente; las decenas de artículos sobre la minería metálica y sus impactos para los pueblos indígenas y la sociedad en general son sólo una muestra de ello.
    La señora Chirix cae en una actitud totalmente injusta y desproporcionada al decir que los ecologistas -haciendo referencia a Magalí- pisotean los derechos de los pueblos indígenas, como ecologista y en este caso amigo de Magalí no comparto y rechazo su señalamiento.
    Cualquiera que conozca a Magalí de cerca, o haya leído sus opiniones sabrá que ella es una persona que impulsa, defiende y ha llevado a la práctica el respeto por la diversidad en todas sus manifestaciones y formas. Por ello me sorprende mucho algunos de los comentarios aquí expresados hacia ella. Duele ver como muchas veces reaccionamos de manera impulsiva.
    Sin duda este caso es desafortunado para ambas. No se debe juzgar a una persona por un hecho, sino por una actitud de vida.

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  2. Sí por alguien puedo meter las manos al fuego en esta vida es por Magalí Rey Rosa. La conozco desde hace más de 18 años, es mi amiga y mentora, le tengo una alta estima por la convicción que durante años he visto de su trabajo a favor, no de los “animales” como mencionan acá o en la misma nota publicada por la señora Emma Chirix si no de los derechos humanos y ambientales. (En todo caso las personas que también defienden los derechos de los animales realizan una acción humanista que es respetable)
    Me parece injusto que por este infortunado incidente, se pretenda menospreciar el trabajo que Magalí ha hecho por nuestro país y por la sociedad en general. Si a alguien he visto de cerca defender los derechos de todas y de todos con fuerza, convicción, dejando muchas veces a su familia de lado y posiblemente hasta arriesgando su vida por ello es a Magalí Rey Rosa.
    Magalí en su vida ha sido coherente en su discurso y no solo se ha quedado en ello sino lo ha llevado a la práctica. Ha cuestionado los sectores de poder, el extractivismo industrial y el modelo de desarrollo que es clasista y racista. En su activismo ecológico -una ideología integral donde el ser humano es parte misma de la naturaleza- Magalí ha cuestionado las relaciones de poder, el Estado en el que vivimos que discrimina, que es racista y excluyente; las decenas de artículos sobre la minería metálica y sus impactos para los pueblos indígenas y la sociedad en general son sólo una muestra de ello.
    La señora Chirix cae en una actitud totalmente injusta y desproporcionada al decir que los ecologistas -haciendo referencia a Magalí- pisotean los derechos de los pueblos indígenas, como ecologista y en este caso amigo de Magalí no comparto y rechazo su señalamiento.
    Cualquiera que conozca a Magalí de cerca, o haya leído sus opiniones sabrá que ella es una persona que impulsa, defiende y ha llevado a la práctica el respeto por la diversidad en todas sus manifestaciones y formas. Por ello me sorprende mucho algunos de los comentarios aquí expresados hacia ella. Duele ver como muchas veces reaccionamos de manera impulsiva.
    Sin duda este caso es desafortunado para ambas. No se debe juzgar a una persona por un hecho, sino por una actitud de vida.
    Carlos Salvatierra

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  3. Sí por alguien puedo meter las manos al fuego en esta vida es por Magalí Rey Rosa. La conozco desde hace más de 18 años, es mi amiga y mentora, le tengo una alta estima por la convicción que durante años he visto de su trabajo a favor, no de los “animales” como mencionan acá o en la misma nota publicada por la señora Emma Chirix si no de los derechos humanos y ambientales. (En todo caso las personas que también defienden los derechos de los animales realizan una acción humanista que es respetable)
    Me parece injusto que por este infortunado incidente, se pretenda menospreciar el trabajo que Magalí ha hecho por nuestro país y por la sociedad en general. Si a alguien he visto de cerca defender los derechos de todas y de todos con fuerza, convicción, dejando muchas veces a su familia de lado y posiblemente hasta arriesgando su vida por ello es a Magalí Rey Rosa.
    Magalí en su vida ha sido coherente en su discurso y no solo se ha quedado en ello sino lo ha llevado a la práctica. Ha cuestionado los sectores de poder, el extractivismo industrial y el modelo de desarrollo que es clasista y racista. En su activismo ecológico -una ideología integral donde el ser humano es parte misma de la naturaleza- Magalí ha cuestionado las relaciones de poder, el Estado en el que vivimos que discrimina, que es racista y excluyente; las decenas de artículos sobre la minería metálica y sus impactos para los pueblos indígenas y la sociedad en general son sólo una muestra de ello.
    La señora Chirix cae en una actitud totalmente injusta y desproporcionada al decir que los ecologistas -haciendo referencia a Magalí- pisotean los derechos de los pueblos indígenas, como ecologista y en este caso amigo de Magalí no comparto y rechazo su señalamiento.
    Cualquiera que conozca a Magalí de cerca, o haya leído sus opiniones sabrá que ella es una persona que impulsa, defiende y ha llevado a la práctica el respeto por la diversidad en todas sus manifestaciones y formas. Por ello me sorprende mucho algunos de los comentarios aquí expresados hacia ella. Duele ver como muchas veces reaccionamos de manera impulsiva.
    Sin duda este caso es desafortunado para ambas. No se debe juzgar a una persona por un hecho, sino por una actitud de vida.

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    1. http://www.blogger.com/profile/09332516475558109451 Muchas gracias por tu comentario, fue publicado exitosamente, pero ya van tres. creo que con uno basta. Gracias. Att. Benji Martinez.

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