lunes, 14 de noviembre de 2011

Guatemala y Nicaragua Dos ideologias diferentes un mismo objetivo, " La Pobreza" lo que No Hizo Colom? lo hizo Daniel!!


Nicaragua y Guatemala: dos caminos diferentes y un enemigo común
 
Sergio Barrios Escalante
Científico Social e Investigador. Escritor. Editor de la Revista Raf-Tulum y Miembro de la Iniciativa Guatemalteca por la Niñez y Adolescencia-ADINA
Adital
Aunque a la congresista republicana Ileana Ros-Lehtinen no le gusten los resultados electorales del domingo 6 recién pasado en Nicaragua (a su connacional Joseph Stiglitz, profesor y Premio Nobel de Economía 2001, y a Noam Chomsky, distinguidos connacionales de ella, tampoco les gustan los procesos electorales de Estados Unidos, precisamente por estar amañados con las grandes fortunas del 1 % de la población, los famosos ultraricos), lo cierto es que 1 millón 524 mil 146 nicaragüenses (el 62.66 % del total de votos), emitieron su sufragio en favor del candidato presidencial del FSLN, Daniel Ortega Saavedra, dándole así el triunfo al actual presidente de Nicaragua.
El triunfo no es gratuito ni tampoco fraudulento, como lo quiere hacer ver la susodicha congresista y los cuatro partidos nicaragüenses de oposición que se niegan a aceptar los resultados electorales. Moros y cristianos, amigos y enemigos del presidente Ortega le han reconocido dos virtudes o si se quiere, dos habilidades notorias: la primera, y quizá la más importante, es la de haber puesto en marcha un ambicioso enjambre de programas sociales de ayuda a los más pobres, que en Nicaragua son muchos (después de todo; ¿no es para eso que se supone deben servir los presidentes?).
Lo de los programas sociales es asistencialismo pero ¿qué quieren? La guerra destructiva de los EEUU durante los ochentas y los 16 años neoliberales que le siguieron, todavía no permiten al país salir por completo de la pesadilla neoliberal.
La segunda razón de su victoria es una gestión "bisagra” como dirían los analistas políticos. La de haber conseguido tener contentos a una parte importante del gran empresariado y a la vez beneficiar a extensos sectores poblacionales de escasos recursos ("populismo responsable” le llaman algunos a ese tipo de gestión).
En suma, el secreto de la fórmula mixta de Daniel: que pobres y ricos salgan ganando. Que es una ganancia desigual, pues sí, pero hay lugares donde los pobres ni siquiera acceden al asistencialismo, y media vez Nicaragua no se quede estancada en esta fase importante, creo que le puede ir mejor en el mediano plazo en términos de mejora de sus indicadores de desarrollo humano.
Mientras tanto, de manera simultánea, en el otro país vecino (Guatemala) también celebraban su triunfo los seguidores de una corriente ideológica diametralmente opuesta a la triunfadora en Nicaragua: la del general retirado Otto Pérez Molina, candidato por el Partido Patriota.
Aunque desde hace muchos años ya se esperaba un desenlace electoral como el obtenido, a muchos de quienes no votaron por él (según el Tribunal Supremo Electoral el electorado de al menos 10 departamentos del país), el triunfo del Partido Patriota les da la pauta para asumir un profundo escepticismo y desconfianza.
¿Qué va a suceder a partir de ahora en éstos dos países?
Bueno, en Nicaragua el propio presidente Ortega ha anunciado que seguirá profundizando la cobertura de los programas sociales. Imposible negar que eso no tenga su importancia propia en condiciones nacionales de empobrecimiento casi generalizado.
Mientras que en Guatemala, el nuevo mandatario tendrá que hacer lo mismo que su homólogo nicaragüense, pero además, disipar con hechos concretos los enormes temores que su triunfo ha despertado, no sólo en el altiplano guatemalteco y en otros sectores poblacionales que también fueron víctimas de la represión contrainsurgente en los ochentas, sino también para disipar esas mismas preocupaciones en el exterior, las cuales han sido ampliamente mencionadas por diversos medios de la prensa internacional.
Dado que el verdadero enemigo a derrotar es la pobreza, mi humilde consejo a los dos gobernantes, ahora que está por iniciarse un nuevo período de gestión gubernamental en ambos países: inicien cuanto antes un vigoroso proceso regional de lucha frontal y estructural contra la pobreza a partir del llamado a un Esquipulas III, algo que no es idea original mía si no del ex presidente Vinicio Cerezo.
Ahora que ya podemos dirimir nuestros asuntos de recambio electoral más o menos en paz, demos el salto hacia la democracia económica con cambios estructurales. No olvidemos que el hambre es un mal consejero político y que la mejor política social es la política económica, en especial, si ésta toma a los sectores populares como sujetos centrales.

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